Como es habitual por estas fechas, el obispo de Ávila ha lanzado un mensaje de felicitación navideño. “Tenemos que tener mucho cuidado. Una forma de cariño es cuidarnos y cuidar a los demás manteniendo las indicaciones de protección”, afirmaba Gil Tamayo, quien comprende el “cansancio” tras dos años de pandemia.

La pandemia “está dejando un reguero de sufrimiento y un descalabro económico que, sobre todo, lo sentimos en nuestra provincia donde la hostelería tiene una dimensión muy importante”, señalaba. Además, el obispo se ha unido al “dolor de aquellas familias que han perdido a sus seres queridos” y ha lanzado una “llamada a la esperanza”, pues “tenemos mucho por delante y muchas posibilidades”.

Para el 2022, Gil Tamayo que estuvo hospitalizado un mes en 2020 por la Covid, ha pedido: "que salgamos de la pandemia, vuelva la normalidad y que se encuentre una solución que cure de manera eficaz a aquellos que lo tienen”. Así como, el “gran anhelo de la humanidad” que es la paz, ya sea entre los diferentes estados, familias y en el corazón de las personas y “que se superen las desigualdades que existen”. “Lo espectacular nos hace entretenernos en una realidad que no es. No quisiera yo que la solidaridad tenga fecha de caducidad tras la noche de reyes”, explicaba.

Recorrer la provincia

El obispo se ha mostrado “muy contento y feliz” con la diócesis de Ávila. Además, aseguraba que para el próximo año tiene previsto recorrerse “todos los pueblos” de la provincia para “sentarse en cada parroquia con la gente que esté allí” para conocer su realidad.

Por otro lado, el obispo ha afirmado que, del 24 al 29 de enero, visitará al Papa Francisco para trasladar un “informe sobre la situación de la diócesis en todas sus áreas” y para reiterarle “que nos visite”.

Sobre las elecciones

Como periodista, Gil Tamayo también ha querido hablar sobre el adelanto electoral de Castilla y León. “Las elecciones forman parte de una vida democrática, de un pueblo que decide y elige a sus representantes. Lo único que pido es que haya buen tono y que la confrontación política no se vaya de malas maneras y que el lenguaje y las actitudes sean de concordia”. Asimismo, pedía cambiar la palabra de interés general “porque al fin y al cabo es una suma de intereses de cada uno” por la búsqueda del “bien común”.

Al obispo, estas elecciones anticipadas no le han pillado por sorpresa, pues “el olfato periodístico” sigue en él, aunque, según ha afirmado, tiene “la obligación” de callarse.