“En estos momentos en la lavandería hay 20 personas, de ellas son siete fijas (tres planchadoras, tres operarios y una costurera), y el resto son 14 contratos eventuales eventuales, que acaban en junio, en septiembre y en agosto, que al finalizar no se renuevan”, ha afirmado Sonsoles Nieto, coordinadora de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO.

“El personal fijo será reubicado pero al final desaparecen los puestos de trabajo y se privatiza, lo que ellos llaman externalizar”, ha lamentado, y un servicio que se estaba cubriendo con personal estatuario se le entrega a una empresa privada.

Según Nieto, la lavandería llegó a tener hasta 53 empleados en 2014, pero se han ido “extinguiendo” numerosas plazas de planchadoras o costureras porque no se han reconvertido, lo que ya fue advertido en 2017 al ver que con todas las jubilaciones desaparecían las plazas. Por eso ahora numerosas plazas son de personal interino que se renueva cada seis meses y otras de eventuales.

Ropa en la calle
Por otro lado, la representante de CCOO ha advertido de los cambios en la gestión de la lavandería: “llama la atención que ahora mismo los cambios de ropa limpia y ropa sucia van por el mismo sitio y van por la calle”. “Los carros con la ropa va por la calle y se puede volar, o si llueve se puede mojar”, criticado, coincidiendo con la denuncia de los procuradores del PSOE, que han calificado de caótica la situación.