“La desorganización de la que ha hecho gala la Junta ha motivado que el camión de transporte de ropa careciera de carros suficientes para recoger la ropa sucia acumulada durante el fin de semana”, por lo que se ha visto obligado a realizar dos viajes, y “sospechan que esta situación pueda volver a repetirse ya que se están llevando las máquinas de forma gradual”.

“La escasez de medios, con una lavadora casera y con la máquina recolectora parada, ha dado lugar a que toda la ropa estuviera tirada por el suelo” mientras que el personal de lavandería se viera “desbordado para atender las llamadas de todas las plantas del hospital pidiendo ropa limpia”.

Los procuradores, Miguel Hernández y Soraya Blázquez, creen que “la situación vivida no es la más idónea para la imagen que debe ofrecer el complejo asistencial de referencia en esta provincia” en el que se presta un servicio público de calidad, a la vez que demandan “una solución de urgencia para evitar la merma que esta circunstancia produce en la atención sanitaria que reciben los pacientes”.

Critican el trato que se está dando a los empleados del servicio de lavandería, “puesto que las condiciones que ahora trabajan se suma la incertidumbre personal que atraviesan tras anunciarse la privatización del servicio, que ocasionará la pérdida de una veintena de puestos de trabajo”.

Los procuradores reclaman el mantenimiento del servicio de lavandería en las mismas condiciones que hasta ahora y, dado que sus instalaciones serán ocupadas por la unidad de radioterapia, piden adaptar otra zona para reubicar el servicio con el mismo número de trabajadores y con maquinaria suficiente para realizar el trabajo adecuadamente.