Con esta exposición se pone en valor la figura de una de las plumas más representativas de la literatura castellana aljamiada-árabe, el Mancebo de Arévalo, quien reflejó en sus obras, no sólo la cultura islámica sino también la cristiana y la literatura de la época.

Estas obras están escritas en castellano pero con grafía árabe y son, tanto la expresión de un castellano islamizado como la de un islam en castellano, ha explicado el director del museo, Javier Jiménez Gadea, tras la reciente presentación de la investigación sobre El Mancebo de Arévalo por parte del historiador Serafín de Tapia.

La muestra, en colaboración con la Asociación de Amigos del Museo de Ávila y el proyecto de investigación del Instituto de Historia Simancas, de la Universidad de Valladolid, explica que el El Mancebo de Arévalo vivió en la primera mitad del siglo XVI, tras el decreto de 1502, que obligaba al bautismo a la población musulmana y, por ello, sus libros fueron manuscritos y circularon clandestina y secretamente entre los círculos moriscos.

Sin identidad real

Para esquivar a la Inquisición, además, firmó siempre bajo seudónimo: el Mancebo, de manera que nunca se ha conocido la identidad real de este singular personaje, figura clave de esta faceta de la literatura del siglo XVI del islam castellano medieval. Sin embargo, una reciente investigación realizada por un miembro del grupo de investigación, el historiador Serafín de Tapia Sánchez, ha aportado una teoría acerca de la identificación del Mancebo de Arévalo, que lo situaría en una importante y conocida familia de la comunidad mudéjar (posteriormente morisca) de esta villa.

El Museo de Ávila pretende difundir este descubrimiento fuera del ámbito académico, mediante esta  exposición centrada únicamente en la figura del Mancebo. La muestra completa una trilogía dedicada al islam castellano medieval, junto con dos exposiciones anteriores, una centrada en la ciudad de Ávila y su relación con el mundo islámico ('La Memoria de Alá') y otra ('De Ávila a La Meca') a la figura de Omar Patún, musulmán de Ávila que en 1491 realizó un viaje de peregrinación a La Meca y que dejó consignado por escrito en un manuscrito aljamiado.

Esta trilogía resalta el importante papel que desempeñó Ávila y su territorio en el mudejarismo castellano, ya que fue la aljama más importante del reino de Castilla, seguida de Valladolid y Arévalo. Por ello, la colección arqueológica del Museo de Ávila de estelas funerarias islámicas e inscripciones árabes de época mudéjar es única en España, cuantitativa y cualitativamente.

Tratado

La exposición muestra la figura del Mancebo, acompañada de piezas arqueológicas procedentes de Arévalo, coetáneas a su mundo, y se podrá ver también una de sus obras más representativas, la ‘Tafisra’, o Tratado, una guía de conducta según las normas del islam.

Asimismo, la obra es una narración de los viajes y contactos que el Mancebo mantuvo recorriendo la España del siglo XVI en busca de noticias y personajes que habían vivido directamente los tiempos del islam permitido, antes del bautizo obligado de 1502, para que le pudieran enseñar mejor el islam y ayudarle a escribir sus libros. Será la primera vez que este códice aljamiado del siglo XVI, que se conserva en la Biblioteca Tomás Navarro Tomás del CSIC, en Madrid, pueda verse en Ávila, quizá desde que fuera escrito.

La exposición se completa con inscripciones árabes de Ávila y hebreas de Arévalo, muy representativas de la multiculturalidad que representó la Edad Media en esta tierra, mundo del que surge y se nutre el Mancebo de Arévalo y su obra.