Al inicio de su intervención, el también diputado por Ávila ha hecho un guiño a la circunscripción por la que fue elegido diputado, señalando que “no hay mejor lugar para debatir sobre la Constitución”, no sólo porque una de sus principales figuras fue Adolfo Suárez, cuyo hijo mayor inauguró por la mañana la Escuela de Otoño de la UCAV y La Razón, sino también por el protagonismo que tuvo el Parador de Gredos en su elaboración.

Además, se refirió a la Carta Magna de 1978 como “la constitución de la concordia”, en alusión al epitafio que reza en la tumba en la que se encuentran los restos mortales de Adolfo Suárez y su mujer, Amparo Illana: “La concordia fue posible”.

En este foro que se desarrolla bajo el título 'La vigencia de la Constitución y oportunidad de reforma', Casado ha rechazado una reforma constitucional porque ahora "no se dan los mimbres para mejorar" una Carta Magna que ha sido "la primera" en la que "todos los españoles se sienten representados".

En su defensa del actual texto constitucional, además de recordar que “todos” sus redactores “cedieron para caber en un modelo de convivencia”, el presidente del PP ha apuntado que fue “votada abrumadoramente” tanto en su aprobación, como en su ratificación.

A su juicio, "no hay que ponerla en cuestión, sino defenderla", porque "no acusa la crisis de los cuarenta" y, además, es "la vacuna para prevenir" algunos de los "problemas" que tiene España.

No obstante, Casado ha dicho estar de acuerdo con algunas de las mejoras planteadas en su momento por el Consejo de Estado, aunque ha reiterado que el actual no es el momento de "abrir en canal" la Carta Magna "con la que está cayendo".

Fragmentación parlamentaria y la inestabilidad

Así ha hecho referencia al separatismo, a la crisis territorial y a una fragmentación parlamentaria que desde su punto de vista no ha propiciado "ni más eficacia, ni más estabilidad, ni más prosperidad, sino todo lo contrario".

Para Casado, este "multipartidismo", además de producir la moción de censura, ha producido "más inestabilidad, más populismo y más incertidumbre para todos los españoles".

Por ello, ha defendido la necesidad de que exista una "estabilidad política, parlamentaria y también institucional", de ahí que a la hora de apelar a las mayorías, los gobiernos "deben tener mayorías estables que permitan que, entre otras cuestiones, no haya que estar dependiendo de partidos bisagras o en este caso de partidos independentistas, como le ocurre al actual Gobierno".

Recuperar la hegemonía

En este contexto, Casado ha señalado que la dirección del PP está "apelando a recuperar la hegemonía del centro-derecha para que esa fragmentación sea menor".

Al respecto, ha vaticinado que en los próximos comicios generales "la mayoría del centro-derecha puede ser suficiente", ya que podría sumar "el PP con el resto de los partidos que compartan" sus "principios, para tener un gobierno estable". Un Ejecutivo que "permita seguir avanzando en las reformas que han hecho que España crezca, cree empleo y sostenga los servicios sociales".

Respecto a la Constitución, Casado ha dicho que a él "nadie le pregunta por la reforma de constitución", algo que a su juicio es "un tema artificial de medios de comunicación y de políticos".

Desde su punto de vista, aquellos que apelan por "romper los candados de la Constitución de 1978", hacen un "revisionismo histórico contra el proceso más extraordinario que ha vivido la historia reciente de España", ya que la Carta Magna fue "fruto del consenso".