“Nos alimentamos del saber, estoy encantado”, ha expresado Pilar Baladrón, con una lesión en la vista, y que cada semana recibe la visita de un voluntario de la asociación. La lee desde el ‘Poema del Mío Cid’ a textos de Gila o del romancero.

Cinco personas escuchan a tres lectores, en una iniciativa que esperan se amplíe, según ha explicado Pablo Garcinuño. “Te reciben con los brazos abiertos y no le limitan a escuchar porque tienen ganas de hablar”, explica, ofreciéndoles “lecturas que les traen buenos recuerdos”. Romances, poesías o Jiménez Lozano son algunas de las lecturas.

Por su parte, Begoña Jiménez Canales se dedica a leer a nueve personas con Alzheimer del Centro de Día de Cruz Roja: “letras de canciones, romances, cosas de sus oficios…o una letra de Juanito Valderrama dedicada a la primera comunión leíamos el último día, o versos de Machado y fragmentos de Platero”.

El presidente de Cruz Roja, Gonzalo González de Vega, ha encuadrado esta iniciativa en la amplia labor de voluntariado de la entidad. “De libros sabemos algo pero de voluntariado no, por eso recurrimos a Cruz Roja” para desarrollar esta idea, según ha explicado Garcinuño al presentar esta iniciativa denominada TLO (Te leo).