Se trata de fragmentos del mortero que une las piedras del monumento, por lo que de forma preventiva se cerró el arco a las 21,30 horas que si se desprendía algunos restos pudieran caer sobre los peatones.

Los bomberos han acudido al monumento pasada la medianoche para revisar su estado, para lo que han introducido un camión bajo el arco de cara a comprobar el estado de la muralla y que no podían producirse más desprendimientos.