La denuncia del regidor, Aitor Arregui (PP), se produjo hace semanas, y en ella explicaba que como consecuencia de decisiones municipales se realizaron obras de acondicionamiento en varios lugares de la localidad. A raíz de estos trabajos, algunos vecinos no aceptaron los acuerdos del Ayuntamiento, por lo que comenzaron una campaña de amenazas.

Las amenazas, que en principio fueron veladas, luego "tomaron intensidad y tono de gravedad relevante" y luego llegaron a una "actitud de matonismo".

Por otro lado, en las obras se han producido daños en los bolardos que limitan la plaza, pintadas en la localidad, daños en el cableado telefónico y colocación de objetos amenazantes en la puerta del domicilio del alcalde. Esta situación de los hechos se consideró grave por parte de la Guardia Civil, cuyo Equipo de Policía Judicial de Arévalo ha llevado el asunto.

La responsabilidad se atribuye a un vecino de Arévalo y otro de Espinosa de los Caballeros, que han sido detenidos, mientras que una tercera persona, acusada de los daños ocasionados, se encuentra en calidad de investigada por la Guardia Civil.

Las diligencias policiales y los detenidos han sido puestas a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Arévalo.