La decisión ya se adoptó en diciembre y entonces se dijo que la obra se terminará a mediados de 2018 y la vieja se demolería en el primer trimestre de este año. Entonces se eligió, por razones técnicas, entre el nuevo emplazamiento y el lugar donde se encuentra la vieja y clausurada piscina. Luego se decidió dejar a un lado el acuerdo para replantear el estudio.

La Comisión Informativa de Deportes ha decidido este martes que la nueva instalación deportiva se construya en el campo de fútbol de tierra. La Junta de Gobierno Local lo aprobará el jueves.

El acuerdo se ha adoptado con los votos de PP, Ciudadanos y UPyD. La nueva piscina tendrá 25 metros de largo y al menos ocho calles, con un presupuestos que rondará los cuatro millones de euros, de los que el 40 por ciento procederá de las arcas municipales y el 60 por ciento de la Junta.

Desde el Grupo Socialista se considera que la opción "no es la más adecuada", según el concejal Josue Aldudo, quien lamenta que "la pérdida de tiempo en la toma de la decisión, que pasa por el derribo del edificio de la piscina actual y su ubicación en otra zona de la Ciudad Deportiva".

Advierte que no se ha contemplado dar un futuro uso al espacio que quedará libre en la avenida de la Juventud, que "corre el riesgo de convertirse en un solar abandonado, como otros tanto que hay en la ciudad”.

Aldudo cree que retrasar la decisión para acordar la misma significa que la nueva piscina "no estará terminada antes de que finalice la presente legislatura", después de que el cierre de la antigua fuera ocasionado por "la ausencia de control y mantenimiento por parte del equipo de Gobierno", además de que "no hay nadie" que se haya responsabilizado de la situación, ya que si se hubieran hecho mejoras no hubiera hecho falta "una obra de esta envergadura".