Los cinco incendios se produjeron en un corto lapso de tiempo y junto a una carretera forestal. Desde el primer momento se coordinaron las actuaciones con la Guardia Civil para tratar de identificar al autor y facilitar el acceso de los medios y minimizar los daños, según la Consejeria de Fomento y Medio Ambiente.

Los focos tenían superficies de entre 300 y 7.000 metros cuadrados. Los trabajos de extinción se prolongaron entre las 2,15 horas y las 7,25 horas de la mañana, cuando se dieron los siniestros por controlados, aunque no se dieron por extinguidos hasta las 9 horas del miércoles, sin que se haya determinado la superficie afectada.

Numerosos medios terrestres se movilizaron por la noche: seis autobombas, cinco cuadrillas de tierra, cinco agentes de medio ambiente y un técnico. Durante el día han permanecido tres cuadrillas de tierra, dos autobombas y cinco agentes.

Desde la Junta de Castilla y León se ha solicitado la colaboración ciudadana para disminuir el riesgo de inicio de incendios y facilitar la identificación de los posibles autores.

Los focos prendidos en la madrugada son "un grave atentado contra el patrimonio natural, que además ponen en riesgo la vida, no solo de los combatientes del operativo, sino de las personas de la población local y sus bienes materiales", se ha indicado desde la Administración autonómica.