La idea es comenzar en verano la construcción de las instalaciones y formalizar las primeras contrataciones en octubre o noviembre, para alcanzar a finales de 2015 una plantilla de 400 empleados, según Francisco José Huerta, responsable de la dirección de control y gestión de la empresa.

Sólo están pendientes de que el Ayuntamiento del municipio les asigne los terrenos que alquilarán a unos dos kilómetros del casco urbano, con una extensión que oscila entre las 15 y las 50 hectáreas.

Para lograr la financiación necesaria, los responsables de esta empresa están en contacto con la Agencia de Innovación, Financiación e Internacionalización Empresarial (ADE) de la Junta, que está haciendo de intermediaria con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y que ayudará en la exportación de los cultivos que se produzcan, fundamentalmente de lechugas gourmet.

Sin tierra
El método denominado hidroponía consiste en el cultivo de plantas empleando disoluciones minerales en el agua, en lugar de suelo agrícola, con lo que “la planta no pierde el tiempo en buscar su sustento, porque se le da hecho”, lo que produce un “ahorro de tiempo y de metabolismo”, según sus promotores, quienes explican además que el sistema de riego que se utilizará “optimizará el consumo de agua en su justa medida”.

Para poner en marcha este proyecto, sus responsables construirán un “invernadero tecnológico” de unos 80.000 metros cuadrados, que tendrá un control informatizado de aspectos como la presión, la temperatura, la humedad, los componentes del riego y la climatización. Junto a este invernadero se edificará una nave industrial de unos 3.200 metros cuadrados.

Las semillas serán adquiridas a una multinacional alemana. Una vez plantadas, su germinación se produce en cinco días, que es cuando son llevadas al invernadero, donde en un mes estarán preparadas para su recolección, troceado y envasado en bolsas.