Se había jubilado de la entidad ya desaparecida después una trayectoria indisolublemente unida a ese área al frente de labores culturales y sociales de la entidad financiera.

Diplomado en gerencia de actividades socio-culturales por la Universidad de Alcalá de Henares, ingresó con 26 años en la Caja General de Ahorros, y entró en el equipo de la obra social con Francisco Moya Bayo al frente del mismo, quien impulsó numerosas iniciativas de este departamento.

Entonces ya se había creado el Centro de Recreo para jubilados San Juan de la Cruz, la Colonia Infantil Venero Claro y la sala de exposiciones Reyes Católicos, pero él añadió otros ideas, como los premios 'Mi tierra' y la publicación de numerosas obras, como el facsímil 'Las grandezas de Ávila', del Padre Ariz, 'Ávila romana', 'Las iglesias románicas de Ávila' junto las primeras monografías de pintores abulenses.

Su amor por el mundo del arte cristalizó en un apoyo sin precedentes a los artistas de Ávila, quienes son deudores porque fueron acogidos y animados a exponer sus obras, como bien reconocían recientemente en una exposición celebrada en la Fundación Caja de Ávila, y cuyo catálogo estaba dedicado a él. Entonces expresaron gráficamente el apoyo que les había brindado con una breve frase: "fue el único que creyó en nosotros".

En 1974 promovió la creación del Premio Nacional de Pintura Adaja y trabajó en la creación del Centro de Recreo Ciudad de Arévalo y la Residencia para Mayores Sagrada Familia. Su papel en la obra social iba desde mover esas iniciativas culturales a acompañar a los mayores en sus viajes de vacaciones que organizaba la propia caja.

Desde casi el comienzo, estuvo en verano al frente de la Colonia Infantil Venero Claro, donde los empleados y los monitores le recuerdan por su pasión para que los niños fueran lo primero y disfrutasen en aquel paraje de Navaluenga.

Cuando en 1985 llegó a la dirección de la entidad Antonio Martín, la dimensión de la obra social adquirió carácter nacional, y fue en esa época cuando se crearon eventos como los Viernes Ecológicos, los Martes Musicales o los Lunes Literarios, que junto a la Semana de la Mujer Cantaora y la Semana Flamenca acercaron a la capital abulense a grandes nombres de la cultura.

Fue concejal de Cultura de Ávila durante unos meses a comienzos de la década de los 90 con Antonio Encinar (CDS) como alcalde, y en 2010 UGT le entregó una de las distinciones Pablo Iglesias por su labor en el mundo de la promoción cultural de la ciudad.