Con 55 voluntarios en lo alto de los campanarios -en el caso del Ayuntamiento en una de las torres de la Casa Consistorial- el concierto se desarrolló durante 50 minutos, en los que pudo seguirse la composición titulada 'Teresa, via in coelum’, firmada por Luis Guzmán y Rodrigo de la Calle bajo el nombre de Takay Dúo, con motivo del 499 aniversario del nacimiento de Santa Teresa.

Cada grupo de intérpretes estaba al mando de un director, que luchaban contra los elementos: en la Catedral el viento el esfuerzo era ímprobo por tocar las campanas mientras sujetaban la partitura sobre el atril, mientras debían estar pendientes del cronometrador que les marcaba los tiempos, fundamentales en esta puesta en escena, donde cada instrumento se encontraba lejos del resto.

El testimonio de quienes recorrieron varios puntos de la ciudad destacaba que algunos campanarios no había sonado tanto como otros.

San Martín y Santa María de la Cabeza, al norte; Las Vacas y Santiago, al sur; se unían a San Pedro, San Vicente, San Juan,  La Santa, Mosén Rubí, Humilladero, La Magdalena, Catedral y el Ayuntamiento. Entre ellos destaca la Catedral, con 13 campamas, y San Vicente, con siete.

Los compositores partían de su intención de "jugar con el espacio", y de conjugar los campanarios como “pequeños grupos de cámara independientes” que se sincronizan.

Al final del concierto manifestaron su satisfacción por el resultado, si bien apuntaban que el viento había echado a perder la cierta sonoridad. La experiencia les daba ya ideas de cara a una próxima edición.

El Consistorio quiere fijar el concierto en el calendario turístico el último sábado de marzo. Los conciertos de campanas ya se habían celebrado en la capital abulense por Llorenç Barber en los años 1988, 1990 y 1993.