El espectáculo ha contado con la participación de 14 artistas en escena: Javier del Real, quien ha dirigido y ejecutado números de danza; Mª del Carmen García, del grupo Avento de folclore; María García, exdirectora de la coral Amicus Meus. A ellos, se han sumado las integrantes del Coro de Castañuelas Ciudad de Ávila. 

Juntos han explorado un repertorio variado compuesto por 11 piezas que han transitado desde melodías del siglo XVIII hasta composiciones actuales, pasando por villancicos tradicionales y arreglos folclóricos.

“Visualmente no llama tanto la atención, sino que lo que es es el sonido porque hemos combinado el sonido de la orquesta con el sonido de la castañuela”, ha indicado el bailarín Javier Del Real. 

Además, la puesta en escena ha destacado por el uso de diferentes castañuelas, incluyendo modelos de madera, fibra de vidrio y ejemplares especiales como la diminuta Triganita o la de la marca Filigrana, con seis cajas de resonancia que han añadido un matiz flamenco. Esta diversidad ha permitido demostrar la versatilidad del instrumento más allá de su papel de acompañamiento habitual, resaltándolo como un auténtico protagonista musical.

Distintos sonidos 

“No todo el mundo tiene la misma castañuela, ni del mismo tamaño. Hemos tenido que recolocar a las chicas para que las castañuelas más agudas estuviesen en una zona, las más graves en otra y las de sonido intermedio, colocarlos en el medio”, ha detallado el bailarín Javier Del Real. 

Los ensayos, que han requerido aproximadamente dos meses y medio de preparación, han supuesto un reto logístico y técnico. La disposición de las intérpretes se ha organizado según el timbre de sus castañuelas—agudas, graves e intermedias—para lograr un equilibrio sonoro comparable al de una orquesta. 

El objetivo de este espectáculo ha sido ofrecer algo novedoso al público de Ávila, alejándose de los tradicionales montajes centrados en la danza para explorar el potencial de la castañuela como instrumento.