En esta ocasión, el almanaque cobra un especial significado al arrancar con un homenaje al Año Jubilar Sanjuanista, una efeméride que conmemora los 300 años de la canonización de San Juan de la Cruz y el centenario de su proclamación como doctor de la Iglesia.

“Es uno de los grandes acontecimientos culturales, sociales y religiosos que vamos a vivir en el año que está a punto de comenzar y queremos que las personas que cuelguen el almanaque de la Diputación en sus domicilios o sus lugares de trabajo tengan muy presente la figura de uno de los abulenses más universales, orgullo de Fontiveros y de toda la provincia”, ha subrayado el presidente de la institución provincial, Carlos García.

La portada del calendario está ilustrada con una fotografía de la escultura del santo frente al Torreón de los Guzmanes, sede de la Diputación. El mes de enero está dedicado a su figura con imágenes emblemáticas: la pila bautismal de la parroquia de San Cipriano, donde fue bautizado, y la plaza homónima de su villa natal, Fontiveros, donde se erige otra escultura en su honor.

Tradiciones, paisajes y oficios
A lo largo de los 12 meses, el calendario recorre los escenarios más representativos de las costumbres populares, la religión popular y los paisajes más característicos del territorio abulense. En febrero destacan las mascaradas de invierno; en abril, la Semana Santa de Villaflor y de Albornos; y en los meses de septiembre y octubre se homenajean las romerías y fiestas marianas.

El paisaje cobra protagonismo en marzo, con las piedras sacras de Valdecasa y Villaviciosa (Solosancho), en mayo con el valle del Corneja, en julio con las zonas de baño de La Adrada y El Barco de Ávila, y en noviembre con las vistas del río Adaja a su paso por Niharra y Arévalo.

Junio se reserva a los oficios tradicionales, con las gorras de centeno de Solana de Rioalmar y la cestería de mimbre de Navalosa como protagonistas. Agosto recoge dos recreaciones históricas de gran relevancia: la firma del Tratado de los Toros de Guisando, en El Tiemblo, y el paso de la comitiva del emperador Carlos I por La Horcajada camino de su retiro en Yuste. Diciembre cierra el recorrido con un guiño a los frutos otoñales: las nueces verdes de Navalacruz y las maduras de Riofrío.

“Volvemos a hacer un recorrido por nuestra tierra, que tiene tantos tesoros que necesitaríamos siglos para que todos acabaran apareciendo en el calendario de la Diputación”, ha añadido García.

El calendario está siendo distribuido durante a todos los ayuntamientos de la provincia, así como a instituciones autonómicas y nacionales, asociaciones, entidades culturales y organizaciones. Los ciudadanos que deseen obtener un ejemplar podrán recogerlo gratuitamente en la entrada del Torreón de los Guzmanes a partir del lunes 29. La entrega se limita a una unidad por persona hasta agotar existencias.