El ejercicio, integrado dentro del Plan de Emergencia de la compañía, ha reproducido un escenario con fuertes vientos y daños significativos en líneas aéreas, una situación cada vez más frecuente ante el incremento de episodios climatológicos severos. "Los protocolos de respuesta ante condiciones meteorológicas adversas se han ejecutado con éxito y eficacia", ha informado la compañía en un comunicado.

Durante el simulacro se ha monitorizado en tiempo real la reacción de cada unidad implicada, con el objetivo de perfeccionar la coordinación, automatizar procesos críticos y garantizar una actuación eficiente ante una emergencia real. "El ejercicio ha permitido comprobar la eficacia de los protocolos y la coordinación de más de 100 personas entre personal propio y contratas, asegurando una actuación rápida y eficiente en caso de activación real del Plan de Emergencia", han señalado.

El despliegue ha incluido la movilización de brigadas, vehículos especiales y grupos electrógenos, así como la verificación del funcionamiento de sistemas de comunicación críticos, como los teléfonos satelitales. Asimismo, se han incorporado nuevas propuestas para optimizar los tiempos de respuesta y reforzar la seguridad del personal técnico en campo.

Prevención e inversión
i-DE realiza este tipo de simulacros de forma anual como parte de su estrategia de prevención y mejora continua, con el fin de "asegurar la efectividad del procedimiento de emergencia, lo que permite una resolución rápida de incidencias y garantiza la máxima calidad del suministro eléctrico a los clientes de Castilla y León".

La compañía gestiona actualmente en la Comunidad más de 50.000 kilómetros de líneas eléctricas, 15.697 centros de transformación y 246 subestaciones. Según indica la distribuidora, el nivel de calidad de suministro en la región se sitúa por encima de la media nacional, en parte gracias a la inversión en tecnología, mantenimiento preventivo y gestión de la vegetación, un factor clave para reducir riesgos en episodios de viento fuerte.

Desde i-DE destacan también el papel fundamental de las brigadas y empresas colaboradoras en el éxito de este tipo de ejercicios: "Este ejercicio pone en valor la labor de las brigadas y el personal colaborador, así como la inversión en mantenimiento y gestión de la vegetación, que reduce riesgos por caída de arbolado en episodios de viento".