“Vemos que todas esas cosas son muy políticas. Siempre decimos ¿de dónde van a sacar los médicos para cubrir eso? ¿de dónde lo van a sacar realmente?”, ha alertado Rosario Arribas, presidenta del Comité de Huelga de la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) en Ávila.

Ante la inminente apertura de la Unidad de Ictus en Ávila anunciada por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, quien aseguró que la unidad estaría lista antes de 2026, es decir, en las próximas tres semanas; Arribas ha indicado que el personal medico aún desconoce cómo se gestionará: “Hablando con neurocirujanos de allí… No sé cómo lo harán, no sé si lo harán por teleconsulta, o cómo. No tengo muy claro cómo se va a hacer”, porque “para abrir una unidad de ictus necesitas neurólogos especializados”, dado que “ahora mismo todos los ictus van a Salamanca”.

Y aunque desde el sindicato celebran la creación de estas unidades porque podría suponer un avance significativo para la atención sanitaria de los abulenses, la falta de claridad sobre cómo se gestionarán los recursos humanos suscita dudas: “Ojalá se creara una unidad de Ictus con neurocirujanos aquí, ojalá tuviéramos la unidad de hemodinámica para tratar aquí los infartos, pero con los médicos que tenemos actualmente, a mí me parece imposible”, ha reconocido la presidenta en Ávila del CESM. 

Consultas "abarrotadas"

La realidad en Ávila refleja un panorama sanitario complicado, marcado por la sobrecarga de trabajo y la falta de sustituciones del personal. Los médicos denuncian que las consultas están abarrotadas y que la ausencia de un profesional por enfermedad o descanso tras una guardia recae directamente sobre sus compañeros. Esto provoca que muchos atiendan el doble de pacientes de lo habitual, afectando tanto a la calidad del servicio como a la salud física y mental del personal sanitario.

“Estamos muy cansados, fundamentalmente porque las consultas están abarrotadas y no se sustituye prácticamente nada”, ha reivindicado Arribas, quien lamenta que la situación también afecta en la cobertura de guardias, donde la falta de personal obliga a redistribuir turnos entre los médicos disponibles, agravando aún más la carga de trabajo: “Si falta un compañero porque se pone malo, lo tiene que hacer otro compañero. No hay nadie para sustituir, con lo cual la calidad de vida, la conciliación familiar está totalmente… Vamos, no existe”.  

Mientras la Junta avanza con sus planes para mejorar la cobertura sanitaria de Ávila, los médicos insisten en la necesidad de abordar primero la falta de personal para garantizar que estas nuevas unidades funcionen de manera efectiva y sostenible. 

Huelga de médicos

Unos profesionales médicos que, además, se han concentrado en las puertas del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles con motivo del paro convocado en los centros sanitarios por el sindicato médico CESM. El objetivo de la convocatoria llevada a cabo a nivel nacional, radica en visibilizar el malestar de este colectivo ante la propuesta del Ministerio de Sanidad para la reforma del actual Estatuto Marco que regula las condiciones laborales del personal de los servicios de salud, reivindicaciones centradas en dos puntos: la ausencia de un estatuto profesional específico para los médicos y la falta de avances en la mejora de sus condiciones laborales.

En Ávila, concretamente, han secundado la huelga 33 médicos en huelga, es decir, un 8,8 % del total. Se trata del dato más bajo de toda Castilla y León, por detrás de provincias como Salamanca donde la han secundado un 18,9 % (275 facultativos); Valladolid, secundada por el 20,5 % de los médicos (390 personas) o Zamora con un 21,9 %, 82 médicos en total. 

El total de 1.741 facultativos de los 7.227 efectivos disponibles este jueves en el turno de mañana. En primer lugar, Burgos ha sido la provincia donde más la han secundado, un 38,3 % del total (340 en huelga); por delante de Soria, con un 36,7 % (61 médicos), León 28,1 % (350); Palencia 27,3 % (118 médicos); Segovia 22,7 % (92).

Desde el sindicato, Arribas atribuye estos datos a factores relacionados con la contabilización oficial del seguimiento y la singularidad del Hospital de Ávila, cuestionando las cifras oficiales: “Los datos son difíciles de ver, porque nosotros subimos por los servicios, vemos muchas consultas cerradas, pruebas diagnósticas anuladas, quirófanos anulados. La cuestión es que los servicios mínimos han sido muy grandes, con lo cual todo el que está de servicio mínimo le consideran que está trabajando, no le consideran que está de huelga”. 

Otro factor que complica la evaluación precisa es la falta de control en algunos servicios: "Hemos detectado que en ciertos departamentos ni siquiera se ha llevado la hoja de registro de trabajadores en huelga a la dirección, lo que pone en duda la veracidad de los datos oficiales", ha indicado Arribas. Asimismo, destaca la particularidad del hospital abulense, que cuenta con un gran número de profesionales de paso, lo que podría afectar el compromiso con la protesta en comparación con centros más consolidados como Valladolid o Salamanca.

Con esperanza

En cuanto a la reunión clave entre Sanidad y el comité de huelga, el CESM mantiene un optimismo moderado. "Tenemos esperanzas porque la presión de la huelga ha forzado esta reunión. Sin embargo, hasta ahora solo hemos recibido promesas que no se han materializado en avances concretos", ha señalado. 

Las reivindicaciones principales incluyen la creación de un estatuto propio para los médicos y la regulación de la jornada laboral, que consideran excesiva y desproporcionada en comparación con otros profesionales.

El futuro de la huelga, cuyo calendario está previsto hasta el viernes, dependerá de los resultados de la reunión. "Si conseguimos avances significativos o compromisos claros, el comité nacional de huelga evaluará la continuidad de las movilizaciones", ha concluido Arribas.