La investigación fue desarrollada por la Brigada Provincial de Policía Judicial (UDEV), tras la denuncia interpuesta por el afectado al detectar movimientos no autorizados en sus cuentas.

Los hechos se produjeron entre el 26 de octubre y el 3 de noviembre. Según consta en la denuncia, el 22 de octubre la víctima activó una nueva tarjeta de débito. Días después, sus familiares comprobaron la existencia de extracciones de efectivo por importes elevados que no se correspondían con los hábitos financieros del anciano, por lo que acudieron a su entidad bancaria.

Allí se les informó de que las operaciones se habían efectuado en cajeros automáticos mediante un terminal móvil, sin intervención ni autorización del titular. "En ningún momento realicé ni autoricé dichas transacciones", declaró el perjudicado, quien confirmó que el importe total defraudado ascendía a 1.170 euros.

Durante la investigación, el hombre expresó sus sospechas sobre una antigua cuidadora que había trabajado en su domicilio y que podría haber tenido acceso a la tarjeta o a datos bancarios sensibles. Tras las pesquisas realizadas, los agentes procedieron a la detención de la mujer, que ha sido puesta a disposición judicial como presunta autora del delito.

La Policía Nacional recuerda la importancia de extremar las precauciones en la protección de datos bancarios, especialmente en colectivos vulnerables como personas mayores o dependientes. Recomienda evitar que terceros accedan a tarjetas, claves o dispositivos vinculados a cuentas bancarias, y denunciar cualquier operación sospechosa de inmediato a través del teléfono 091.