En un acto conmemorativo organizado por el Ayuntamiento, en colaboración con David J. Aguado y Juan José Márquez Alonso, el evento ha reunido a vecinos y familiares de los fundadores del cine en una velada marcada por la emoción y el recuerdo colectivo.

Tras la bienvenida ofrecida por Aguado y Márquez, los asistentes pudieron visionar un fragmento histórico de 1928 perteneciente a la película ‘Ávila y América’, de José María Sánchez Bermejo, que mostraba momentos relevantes del municipio en aquellos años. El hilo de la memoria continuó con un video recopilatorio en el que familiares del antiguo propietario, vecinos y exempleados narraban la importancia que tuvo la apertura del cine en 1950, así como las vivencias laborales en las décadas de los 50 y 60.

El audiovisual también repasó el proceso de rehabilitación del edificio, que estuvo cerrado durante 35 años hasta su reapertura en 2005 como Cine-Teatro Lagasca. En nombre de la familia de Faustino Gómez, impulsor del proyecto original, tomó la palabra José Antonio Jiménez Albi, bisnieto del fundador, quien expresó su gratitud por la celebración de esta efeméride.

35 años cerrado
La alcaldesa de El Barco de Ávila, Pilar Araoz, subrayó el papel central del cine en la historia del municipio: "Es un espacio que forma parte de la historia de la villa, de su memoria colectiva y de sus emociones. El cine ha sido testigo de generaciones que crecieron, soñaron, se enamoraron y se emocionaron entre estas paredes".
Araoz recordó a su padre, Bartolomé Araoz, quien fue operador del Cine Lagasca hasta su cierre en 1970, y aseguró que "el cine estuvo 35 años cerrado, pero incluso en silencio siguió vivo en los recuerdos de quienes como niños iban a ver sus primeras películas, vivo en el cariño que nuestro pueblo siempre le guardó".

La rehabilitación de 2005, realizada durante el mandato de Agustín González, supuso el renacimiento de este espacio, que desde entonces ha acogido teatro, música, cine y actos culturales de diversa índole. "Es una muestra de que lo que se cuida y se quiere, renace", afirmó la regidora.

Durante su intervención, la alcaldesa agradeció a todas las personas que han contribuido al mantenimiento y revitalización del Cine Lagasca: "A quienes promovieron su apertura en 1950, a todos los trabajadores de su primera etapa, a quienes impulsaron su recuperación, a quienes lo mantienen vivo día a día, y por supuesto a los vecinos que siguen apostando por la cultura".

"El cine, al final, es mucho más que una pantalla. Es un punto de encuentro. Es un refugio para la imaginación. Es un motor para nuestro municipio", declaró la alcaldesa, quien concluyó su discurso con un deseo: "Que los pueblos pequeños también puedan tener grandes sueños... y hacerlos realidad".

La gala finalizó con la proyección de ‘El halcón y la flecha’, película protagonizada por Burt Lancaster que formó parte de la cartelera original del Cine Lagasca en 1951. Así se ha recuperado no solo un título clásico del cine de aventuras, sino también el espíritu de una sala que, 75 años después, sigue siendo el corazón cultural de El Barco de Ávila.