Según expone Rosuero, el alcalde, Eduardo Montes, informó durante la sesión plenaria del martes que el Ayuntamiento había cerrado finalmente la compra del edificio, inscrito a nombre de la parroquia Asunción de Nuestra Señora desde 2009. Para el edil socialista, el inmueble “fue construido y mantenido históricamente gracias al esfuerzo colectivo de los vecinos de Cepeda La Mora, tratándose, por tanto, de un bien de naturaleza comunal o de uso público”. 

El concejal sostiene que el origen registral del edificio ya arrastraba dudas desde su inmatriculación, realizada, según detalla, “mediante certificación eclesiástica, sin aportar título de propiedad previo válido, lo que genera serias dudas sobre la legitimidad de la inscripción registral”.

Rosuero advierte de que la enajenación de un bien con posible carácter comunal “podría constituir un acto de disposición nulo de pleno derecho”, al haberse producido, según su versión, sin aclarar previamente la titularidad real. 

En su comunicado, el edil sitúa el desenlace de la compra se produce gracias a “la presión ejercida por la ciudadanía cepedana y la Comisión de Memoria Cepedana que recogió 441 firmas online” junto a su labor, ya que esto ha influido en el equipo de Gobierno “se haya puesto manos a la obra para no perder el local”. 

Pese a celebrar que el inmueble vuelva a integrarse en el patrimonio municipal, Rosuero critica la operación económica alcanzada: “Me parece una gestión desafortunada el tener que haber pagado 12.600 euros por un local que era ya municipal previamente”.