Mientras un temporal se desataba en el exterior, el Auditorio de San Francisco ha reforzado el carácter íntimo y personal que Otero busca para una gira centrada en la proximidad, en un recital que ha unido la energía pop que marcó su etapa en El Canto del Loco, la experimentación melódica que desarrolló en su proyecto El Pescao y las composiciones más maduras de su carrera en solitario. 

Así, a sus 45 años, ha unido en su repertorio temas de las distintas épocas de su recorrido artístico por las que ha transitado. El público ha respondido con entusiasmo, completando cada estribillo y acompañando los arreglos acústicos que revelan capas nuevas de interpretación.

La actuación en Ávila, organizada por Cadena Cope, forma parte de la guitarra ‘Mi guitarra y yo’, un proyecto de decenas de conciertos este año, teniendo otros muchos previstos para 2026.