La acción colectiva se suma a anteriores protestas, incluida una concentración frente a las oficinas centrales en Madrid, y a una campaña viral en redes sociales bajo los lemas #PorUnConvenioDignoYa y #ParadoresGritaEnSilencio.

Las plantillas, que en Ávila son 115 entre el de la capital y el de Gredos, denuncian una situación de “abandono institucional y empresarial” por parte de la dirección de Paradores, que, según afirman, no ha mostrado intención alguna de desbloquear la negociación del nuevo convenio colectivo. “Su estrategia parece clara: dejar pasar el tiempo esperando que el conflicto se diluya y eludir su responsabilidad”, según UGT, CSIF y CCOO.

Entre las reivindicaciones figuran salarios justos y suficientes, la implantación definitiva del plan de pensiones, el desarrollo profesional de la plantilla, estabilidad en el empleo, garantías para jornadas parciales mínimas, mejoras en la gestión de la incapacidad temporal, mecanismos para jubilaciones parciales, reducción progresiva de la jornada laboral y una planificación anticipada de turnos que permita una conciliación familiar efectiva.

Condiciones insostenibles

El colectivo pone el foco en las condiciones laborales que consideran insostenibles, especialmente en los departamentos de comedor y cocina, donde el turno partido es la norma. Este modelo de jornada implica trabajar durante cuatro horas por la mañana y otras tres horas y media por la tarde o noche, incluyendo fines de semana y festivos, lo que, a juicio de la plantilla, hace inviable cualquier forma de conciliación.

Las protestas -destacan- se producen en un contexto de bonanza económica para la empresa. Paradores ha cerrado el pasado verano con un incremento del 2% en beneficios y una ocupación media del 86%, llegando al 94% en algunas regiones. Además, la cadena hotelera ha acometido inversiones millonarias en sus establecimientos y campañas publicitarias, proyectando una imagen corporativa centrada en la sostenibilidad, la digitalización y la innovación. Ante esta situación, el personal reclama que ese esfuerzo empresarial también se traduzca en mejoras tangibles para quienes sostienen el servicio.

Si no se producen avances reales en la negociación, darán un paso más contundente. “Prometemos unas cálidas Navidades”, advierten.