Estos datos se han dado a conocer con motivo del 26 de octubre, cuando se celebre el día de las personas sin hogar, en el que, bajo el lema 'Sin hogar, pero con sueños', Cáritas recuerda "el valor de los vínculos y en el poder transformador de las relaciones humanas".

La iniciativa invita a la sociedad a "mirar más allá de la carencia material", ya que "las personas sin hogar no solo buscan un techo, sino también sostén emocional, compañía y reconocimiento, porque cada vínculo es mucho más que un recurso: es una relación que cura", según señala el Obispado.

Cáritas alza la voz para cuestionar un modelo socioeconómico "generador de exclusión y desigualdad", ante el cual, la respuesta debe ser integral: acceso a vivienda digna, empleo estable, apoyo sanitario y comunitario, y una verdadera cultura de acogida.

La campaña recuerda que las personas sin hogar tienen derecho a una vivienda adecuada, un trabajo decente, salud física y mental, participación política y social, protección social e intimidad, y que la ruptura de estos derechos interconecta con la pérdida de vínculos y dignidad. 

Hogar

En este contexto, se han ofrecido los datos del Hogar Santa Teresa, por cuyas instalaciones han pasado, en lo que va de 2025, un total de 271 personas, de las cuales 245 son hombres y 26 mujeres.

De todos ellos, han realizado programas de recuperación personal (CAI) 18 personas con itinerarios individualizados de inserción. Además, en el piso de inserción que se gestiona a través de este programa hay actualmente tres personas.

Según la diócesis, los datos del Hogar Santa Teresa de este año son "reflejo de una problemática real": servicios totales,16.439; alojamientos, 2.410; desayunos, 4.569; comidas, 4.716, y cenas, 4.749.

El director del centro, Juan Antonio Avilés, destaca que este lugar es "mucho más que un albergue", ya que se trata de "un verdadero hogar". "Es muy importante que las personas se sientan queridas. A veces, un abrazo o una escucha atenta son tan necesarios como un plato de comida». Porque, en definitiva, «no se trata solo de ofrecer un techo, sino de acompañar a quienes quieren dejar la calle y empezar una vida nueva", relata.

Estos datos, que son similares a los de años precedentes, muestran la evolución de una problemática que arrastra a todo el país, como la dificultad para acceder a la vivienda. "Aunque algunas personas tienen ingresos o un empleo, no pueden alquilar porque los precios son altos o los requisitos son excesivos", señala Avilés, quien apunta también cómo esta situación "no solo afecta a las personas sin hogar, sino también a muchos ciudadanos que simplemente no encuentran una vivienda disponible".

Por eso, hace un llamamiento a toda la sociedad: "las personas sin hogar también tienen sueños, metas e ilusiones. Solo necesitan una oportunidad para volver a empezar".