Este año, la acción solidaria ha logrado reunir 5.700 euros, que se destinarán íntegramente a la Fundación El Sueño de Vicky.

El recorrido de la marcha, de siete kilómetros, incluyó una parada en la ermita de Nuestra Señora de la Asunción de Casasola y Duruelo. La jornada comenzó con un desayuno colectivo y concluyó con una comida popular a base de patatas revolconas, en un ambiente marcado por la solidaridad.

La Fundación El Sueño de Vicky canaliza los fondos hacia la investigación de tumores cerebrales en niños, uno de los tipos de cáncer infantil con peor pronóstico y menor financiación. La recaudación va destinada a la Unidad de Tumores Cerebrales del Hospital Niño Jesús, de Madrid, y a un proyecto de investigación en la Clínica Universitaria de Navarra.

El cáncer infantil está considerado una enfermedad rara debido a su baja incidencia: se diagnostican unos 1.500 casos al año en España. Esta escasa casuística conlleva una limitada asignación de recursos a su investigación, de ahí la importancia de iniciativas como la de Martiherrero.