El emplazamiento del molino, en un espacio natural protegido como la Sierra de Gredos, obliga a que el proyecto, antes de su aprobación definitiva, cuente con la correspondiente declaración de impacto ambiental. 

Junto a la orilla del río Aravalle, la parcela en la que se encuentra el antiguo molino que será objeto de reforma tiene una superficie de 1.600 metros cuadrados, de los que algo más de 300 metros cuadrados tienen como uso principal la vivienda.