“El acceso gratuito de 0 a 5 años permite que bebés contemplen escenas de violencia explícita, sin determinar tampoco restricciones de acceso al resto de franjas para las becerradas, capeas y encierros abiertos”, ha criticado la entidad. La organización lamenta que estas acciones sean incompatibles con las recomendaciones emitidas por el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, que desde 2018 insta a España a impedir la participación o asistencia de menores de edad a este tipo de espectáculos.
La fundación responsabiliza al Ayuntamiento de Maello de actuar como colaborador de las convocatorias taurinas, desoyendo el consenso científico sobre los efectos de la violencia en el desarrollo psicosocial de la infancia. “El Ayuntamiento es corresponsable de unas convocatorias que ignoran de forma deliberada el consenso científico alrededor de la exposición a la violencia y su posterior impacto moral y psicosocial sobre estas mentes en desarrollo incipiente”, afirman.
Desde la fundación recuerdan que el Comité de los Derechos del Niño fue claro en su recomendación al Estado español: “Para prevenir los efectos nocivos para los niños del espectáculo de los toros, el Comité recomienda que el Estado parte prohíba la participación de niños menores de 18 años como toreros y como público en espectáculos de tauromaquia”.
La Fundación Franz Weber pone el foco también en el potencial daño emocional y conductual que este tipo de espectáculos puede generar en menores. Apoyándose en estudios científicos, alertan sobre los efectos negativos derivados de la exposición a escenas de violencia, con alteraciones en el comportamiento infantil, aumento de la agresividad y ansiedad, y un mayor riesgo de sufrir traumas.
Para vario(-s) | Lunes, 27 de Octubre de 2025 a las 20:16:36 horas
Maello cuenta con tradición taurina y a todo el pueblo le gusta la tauromaquia. Aunque a ti personalmente no te gusten los toros, señor crítico, no puedes faltar el respeto a los que, si les gustan, estás obligado a respetar. Por más que no le guste, la tauromaquia es cultura, sí y todas las personas, incluidos los jóvenes, tienen derecho a que les guste y la libertad de elegir la tauromaquia como afición e incluso profesión. Hay que ser tolerantes, respetuosos y educados con todos y con todas las posturas. No se puede prohibir la entrada a ningún lado a nadie porque iría contra los derechos y las libertades individuales de las personas, algo reconocido y protegido en toda buena democracia que se precie, por más que a algunos les pese.
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