La IV Concentración Renault 5 GT Turbo Ciudad de Ávila ha congregado a 90 vehículos de este modelo clásico y ha reunido a propietarios y entusiastas llegados desde puntos tan diversos como Salamanca, Madrid, Almería, Cádiz, País Vasco, Galicia, Palencia, Segovia, Toledo o Canarias, además de numerosos participantes de la provincia abulense.

El evento, celebrado en la explanada del Lienzo Norte, ha permitido a los aficionados al motor “admirar de cerca esta mítica joya automovilística que marcó una época”, según ha señalado un entusiasta de este modelo, entre muchos que han acudido a conocer de cerca las carrocerías o los motores del modelo, a comentar la conducción o la suspensión. En algunos casos de vehículos que participaron en rallies, con pruebas dedicadas a este modelo.

La cita no se ha limitado a la exposición y, como es tradición, tras la muestra ante el público los coches participantes emprendieron una ruta en caravana, que ha incluido el descenso por el puerto de Navalmoral y la subida al puerto del Boquerón, dos enclaves de especial atractivo para los conductores y para quienes han visto pasar la caravana de los motores turboalimentados.

Carretera y competición
La edición de este año ha tenido un carácter especial al coincidir con el 40 aniversario del Renault Super 5 GT Turbo, lanzado en 1985. Un modelo que, desde su lanzamiento, se convirtió en referencia tanto en carretera como en competición, de ahí que siga llamando la atención de coleccionistas y nostálgicos.

El aniversario ha dotado a la concentración de un aire conmemorativo que fue compartido por los asistentes, muchos de los cuales no dudaron en resaltar la vigencia del vehículo, como Javier Sánchez, propietario de un GT Turbo matriculado en 1988, que ha llegado a Ávila orgulloso de su vehículo: “es un coche que marcó mi juventud porque lo tuve con 20 años y ahora lo conservo como una joya”. “No es solo un vehículo, es un pedazo de historia del automovilismo español”, ha asegurado a la vez que mostraba su coche a los curiosos.

Por su parte, María López, aficionada madrileña que acudió como copiloto, ha subrayado el componente emocional: “Ver tantos GT Turbo juntos en una ciudad como Ávila es emocionante porque no es habitual poder contemplar en directo tantos modelos de diferentes generaciones y estados de conservación”.

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