Según denuncian desde la FAVA, la carga impositiva aumentó un 11% en 2025 y afecta de forma directa a las economías familiares. Entre sus peticiones destacan la reducción del IBI, la tasa de basuras y el suministro de agua, la eliminación de la tarifa de telelectura de contadores y la equiparación de bonificaciones fiscales entre vehículos híbridos y eléctricos.

Sin embargo, según ha manifestado el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, en 2026 no se incrementarán los tributos para no cargar más a los abulenses, tal como se anunció, pero no se reducirán los impuestos porque conllevaría la perdida de capacidad financiera del Ayuntamiento y, por tanto, peores servicios públicos. 

“Va a haber una congelación de tasas e impuestos para no grabar más a los abulenses, pero lógicamente no podemos perder esa capacidad financiera”, ha indicado Sánchez Cabrera. 

Por ello, tal como argumenta el regidor de la capital, si se pierde capacidad financiera “y se reducen las tasas e impuestos, lo que va a derivar es en peores servicios públicos y, por tanto, los abulenses no tendrán los servicios que demandan y que necesitan en este momento”. 

“Como administración tenemos que garantizar esos servicios públicos y tenemos que garantizar la estabilidad presupuestaria entre ingresos y gastos”, ha señalado Sánchez Cabrera.