La romería, considerada la mayor y más concurrida de la zona, ha atraído a centenares de peregrinos que se desplazaron hasta la ermita barroca situada en una encrucijada de caminos, entre San Vicente de Arévalo, La Nava de Arévalo y Tiñosillos, a orillas del río Arevalillo.

La imagen del Cristo de los Pinares centra cada año la devoción de los fieles que acuden desde numerosos municipios de la Tierra de Arévalo. La ermita que lo custodia se erige como punto neurálgico de encuentro religioso y festivo, rodeada de pinares y con un entorno que ha acogido a los romeros.

Los asistentes llenaron el templo y su explanada, en la que se han concentrado familias enteras para participar en la misa y posterior procesión, a lo que se ha añadido una jornada lúdica. 

El interior de la ermita, repleto de exvotos, testimonia los favores que los devotos atribuyen al Cristo a lo largo de generaciones, en un templo de arquitectura barroca que contrasta con la sobriedad románico-gótica de la talla del Cristo.