¿Qué es la calistenia?

Es una disciplina en la que se hacen figuras con el propio cuerpo, repeticiones de básicos como sentadillas, flexiones, todo lo que se trabaja con el propio peso. Aparte de enseñar la calistenia, que es mi pasión, imparto clases de entrenamiento funcional y crosstraining. Es para todas las edades y sin exigir ningún nivel concreto.

¿Cómo fueron los inicios al juntaros en la ciudad para trabajar esta disciplina?

Uno de los chicos, que actualmente ya no practica este deporte, me llevó con él al parque del seminario, en las pistas de fútbol, a las barras que había en ese momento. Fue una tarde en la que, de casualidad, me hizo darme cuenta de que eso me engancharía. Un año después, gracias a Sergio, dueño del estudio de tatuajes Temple Art Tattoo, hicimos un taller de acrobacias y calistenia en el espacio joven. Así empezó todo.

¿Cómo te diste a conocer en Ávila, cómo fueron tus inicios en la calistenia o freestyle?

Mis inicios fueron en el freestyle, haciendo giros y piruetas. Tras ello, me pasé a los estáticos, pero tuve una pequeña lesión que me lastró. Después de muchos años de conocimiento, estudios y experiencias, hemos corregido muchas cosas. Hacemos las clases de manera más efectiva, y me di a conocer con los talleres en el Espacio Joven, exhibiciones en institutos, eventos o fiestas, en los pueblos… A partir de ahí fui mostrando que enseñaba lo que a mí me apasiona. No solo enseñamos calistenia, enseñamos pasión, ganas y esfuerzo. Sobre todo el respeto y la disciplina son los pilares para mí.

¿Por qué te decantaste por este deporte y cómo lo aprendiste?

Realmente no me decanté: el deporte me encontró a mí. Estaba pasando una época complicada de mi vida, y cambiar el chip me la cambió por completo. El control corporal no fue algo que tuve pensado, de hecho, jugaba al fútbol en el Real Ávila, pero me lesioné la rodilla y solo podía entrenar el tren superior. Ahí fue cuando empecé en la calistenia, con la que fui autodidacta durante los dos primeros años. Más tarde, en Apta Vital Sportt, en Madrid, me especialicé en control corporal y calistenia.

¿Qué anécdotas puedes contar sobre la calistenia desde que empezaste a vivir de ella?

Podría contar muchas, pero la principal y más importante es el orgullo que ha supuesto al equipo acompañar desde sus inicios a Blanca Almohalla, una chica que, aunque actualmente no entrena con nosotros, es campeona del mundo. Desde luego todo ha sido mérito suyo por su esfuerzo y trabajo. Es una gran historia que siempre cuento porque estoy muy orgulloso, y sin duda alguna lo mejor que me deja este deporte es la gente: son muchas historias y muchos sitios que vamos conociendo, creando una familia. Lo llamamos ‘la bar family’.

¿En qué consiste tu trabajo, las clases, los talleres y todo a lo que le dedicas tiempo?

Mi trabajo consiste en instruir sobre el control corporal, y a partir de ahí entran muchas otras ramas más allá como el streetlifting y crosstraining. Me dedico a guiar a la gente sobre cómo conocer nuestro propio cuerpo y cómo moverlo. Y si tienen ciertos objetivos, les ayudo a conseguirlos. Me he dado cuenta con el tiempo de que a la gente lo que más le falla es la mente, y por eso la trabajamos también a la hora de controlar el cuerpo, porque este está preparado para cualquier cosa.

¿Cuál ha sido tu mayor proyecto hasta la fecha y cómo fue para ti conseguirlo?

Mi mayor proyecto ha sido sin duda el Hammer Gym. Ha sido un reto, una locura, y lanzarnos al vacío, pero acertamos de lleno gracias  a Fran, que es la cabeza principal de todo esto. El resto simplemente ejecutamos el trabajo. Gracias a esto hemos ido creciendo estos dos años, y es el mejor proyecto por toda la gente que nos acompaña y que hace esto posible.

¿Qué crees que puedes aportar a la ciudad de Ávila respecto al deporte?

Hemos aportado muchas cosas, entre ellas que comenzara a haber más parques de calistenia y mejorar los que había, como el de la Toledana. Ya hay una buena cantidad de parques donde la gente pueda ir a entrenar, pues mi principal objetivo en Ávila es que la gente haga un mínimo de deporte, que cuiden su salud y su cuerpo, que es la mejor máquina que nos ha dado la vida. También ayudamos a los opositores y, en general, a avanzar mentalmente. Considero que mi mayor aportación en la ciudad es conseguir que la gente crea en sí misma.

¿Qué consejo le darías a quien quiere empezar en la calistenia o cualquier deporte? ¿Y a quien quiere emprender en un negocio?

¿Lo primero? La paciencia. Tanto en calistenia como todo en la vida es la paciencia. Para montar un negocio o pequeño estudio empresarial igual, obtener ciertos conocimientos, informarse, ver qué puedes ofrecer en el mercado pues tú eres el producto. No se basa solo en creencias, sino en pensar primero cómo está funcionando, en este caso, el auge del deporte y la calistenia. Va a haber momentos muy difíciles en los que querrás tirar la toalla, y realmente hay que aguantar el proceso, definido en dos palabras: paciencia y pasión.

¿Qué significa para ti el deporte?

Para mí no tiene significado, lo que hago es mi vida y lo llevo dentro. Es algo que me la cambió y le da el sentido. Yo, por ejemplo, no necesito desconectar ni tener vacaciones, conecto con la gente. Al final, dar las clases y hacer lo que hago con mi cuerpo, que nunca imaginé hacer, es una satisfacción tan grande que solo lo disfruto. Mi respuesta a qué significa es: todo, una vida.