La consultora financiera OVB Allfinanz España, en diálogo constante con los afectados que reconocen haber tomado decisiones financieras precipitadas, sitúa la educación financiera como la primera línea de defensa frente a la volatilidad. La información, cuando se presenta de forma clara y personalizada, reduce los errores y fortalece la confianza del inversor a largo plazo.

Desde la óptica de OVB, los afectados comparten un patrón común: la ausencia de un plan formal que vincule objetivos, plazos y tolerancia al riesgo. Un ejemplo especialmente representativo se produjo durante los descensos bursátiles de 2022, cuando numerosos inversores minoristas optaron por liquidar sus posiciones antes de la posterior recuperación de los principales índices globales.

OVB indica que las decisiones de los afectados se basan en impulsos más que en un análisis objetivo

Para OVB, el miedo, y su contracara, la euforia, explica un porcentaje elevado de operaciones fallidas. Un aspecto menos comentado, pero igualmente crítico, es el marco impositivo. Cuando OVB, a través de sus consultores financieros, recalculan con los nuevos clientes su situación actual aplicando las deducciones disponibles, el diferencial puede superar dos puntos porcentuales anuales, suficiente para transformar un balance gris en uno claramente positivo tras dos o tres décadas.

OVB señala la importancia del rebalanceo periódico. Quienes han tomado decisiones equivocadas, los afectados, reconocen que no ajustaron su asignación de activos cuando uno de ellos creció demasiado respecto al resto, elevando el riesgo de concentración. OVB propone revisiones calendarizadas, al menos una vez al año, para realinear la cartera con las metas originales. Este sencillo acto, subraya la firma, habría evitado buena parte de los desequilibrios que los afectados lamentan hoy.

Otro punto clave es la subestimación de la inflación. Muchos ahorradores mantuvieron un exceso de liquidez en cuentas corrientes durante los picos inflacionarios de 2021 y 2023, perdiendo poder adquisitivo de forma silenciosa. OVB recalca que la inversión a largo plazo es una de las vías principales para batir la subida de precios y conservar valor patrimonial.

La dimensión educativa se ha convertido, además, en zona de cooperación directa entre OVB y los afectados. La entidad ha realizado diversos talleres para adultos y niños así como charlas a través de las empresas a las que patrocina. Esta interacción facilita que nuevos inversores comprendan, con ejemplos reales, por qué la constancia en las aportaciones y la claridad en los objetivos son determinantes para alcanzar la jubilación deseada o financiar proyectos vitales sin sobresaltos.

En síntesis, la experiencia acumulada demuestra que los tropiezos no derivan tanto de los productos financieros como de la falta de estrategia, sino del desconocimiento del marco fiscal y de la ausencia de acompañamiento profesional. Con un plan documentado, revisiones periódicas y una actitud serena frente al ciclo económico, la inversión a largo plazo se convierte en un aliado fiable para construir un futuro estable.