Esta organización agraria considera que estos gastos están relacionados, sobre todo, con "el sobrecoste que va a implicar en alimentación externa que va a ser necesario aportar al ganado al no poder pastar y aprovechar los recursos naturales que había y se han quemado", según su presidente, Joaquín Antonio Pino.

A esa cantidad deberían sumarse los relacionados con el lucro cesante que se produciría si en estas superficies el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Ávila no permitiera el pastoreo los próximos cinco años, y con ello además de no aportar alimento al ganado extensivo tampoco fueran superficie elegible a la hora de la percepción de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC)".

Según sus cálculos, en ese caso, las pérdidas se multiplicarían por más de siete, hasta llegar a los 15 millones de euros en el próximo lustro.

De todos los incendios de este verano (Navaluenga, Valle del Tiétar, San Bartolomé de Pinares y El Herradón de Pinares), es este último el que más pérdidas ha producido al sector ganadero, ya que en su mayoría es superficie de pastos y afecta más a terrenos de particulares con infraestructuras ganaderas: cercados y vallados

Los demás incendios, "tienen también daño sobre la ganadería, pero hay más superficie forestal arbolada afectada y monte de utilidad pública".