¿Cómo empezaste a trabajar de portero de comunidad?

Tenía otro trabajo que no tiene relación con esto, y ya que el anterior portero iba a jubilarse, todo por casualidad, me contactó el presidente de la comunidad directamente, le pasé mi currículum y les gustó mi perfil.

¿Supone para ti algo especial serlo, ya que apenas los hay actualmente? 

Es cierto que en Ávila habrá seis o siete conserjes, y posiblemente irán desapareciendo (o no...), pero ahí está el aporte de humanidad y generosidad de cada uno. El poder dar un toque de bondad y simpatía a esta sociedad cada vez más automatizada y lobotomizada. Hay cosas que solo las personas podemos aportar y aunque quede menos de esta profesión, siempre brindaremos nuestro granito de arena.

¿Cuáles son tus funciones?

Las funciones que tengo son: el orden y la limpieza del portal, de las áreas comunes como las escaleras, el garaje; también el control y la seguridad de accesos al edificio; sacar la basura; el mantenimiento del propio edificio, el suministro de la electricidad, del agua y calefacción. También las posibles filtraciones y fugas de agua, al ser un edificio con cierta edad comienza a dar problemas.

También me encargo de repartir el correo personalmente, custodiar los paquetes cuando el vecino no está y me autoriza a recogérselo, así tiene una entrega mucho más personalizada y vigilada. Y bueno, intentar ayudar en lo posible con indicaciones a toda la persona que veo un poco perdida con la información que necesite.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo y lo que menos? 

 Lo que menos me gusta sin duda, es recoger y tratar la basura, gestionarla para que no se acumule y reciclar en sus diferentes contenedores. Lo que más me gusta es ayudar a las personas, con cualquier problema que tengan, ya sea un problema eléctrico en su vivienda, poder ayudarles a colocar un simple cuadro, ayudarles con la tecnología explicándoles cómo funciona un dispositivo, aconsejarles con el uso de la calefacción o la climatización.

¿Qué opinas de que cada vez esté más automatizado este trabajo?

Pues lo veo normal, es parte de la evolución humana: Añadir tecnología a sus vidas para facilitar las tareas. Supongo que en un futuro casi todos tendrán un robot humanoide, que barra, friegue, tenga un control en la seguridad 24 horas al día. Espero que venga acompañado de algún humano que le dé ese equilibrio o toque de calor y cariño que podemos dar las personas y los robots aún no.

Hoy en día ya existen varios prototipos que podrían hacer mis tareas perfectamente o incluso mejor, pero faltaría esa respuesta de conciencia humana que personaliza y da amor al prójimo, pero bueno... la IA está dando avances muy rápidamente y posiblemente con un poco de hipocresía nos reemplace también en eso. Es triste pero muchos humanos se olvidan ya del poder de dar amor.

¿Es conflictiva la comunidad?

No, no es para nada conflictiva, la gente es muy educada y respetuosa, a mí personalmente me atienden muy bien, y me hacen bastante caso a las indicaciones o consejos que les doy. Con lo que ayuda mucho al bienestar común. He tenido que mediar alguna vez entre algunos vecinos que opinaban lo contrario, y me han escuchado y bueno... pues han cedido cada uno un poco de su parte, con lo cual es muy agradable sentir que a uno le escuchan y lo aprueban.

¿Cómo consideras el trato recibido por los vecinos?

Como decía anteriormente, el trato con los vecinos es excelente, y me siento muy apoyado con las decisiones que voy tomando para intentar mejorar esta comunidad. Siento que están muy contentos conmigo y se nota por su forma de comunicarse conmigo.

¿Cuánto tiempo llevas y cómo te ves en un futuro?

Llevo unos pocos meses porque el anterior portero se jubiló en diciembre, y no me importaría acabar jubilándome realizando una profesión en la que tiendes a ayudar a las personas que te rodean, además, siendo tan bién valorado.

¿Ha habido algún susto en la comunidad?

Sustos... Pocos, quizá cuando tuvimos una fuga de una tubería de agua caliente en pleno invierno, y se quedó la comunidad durante algunas horas sin agua. Las filtraciones y goteras que hay con las lluvias en un edificio antiguo, también da algún que otro susto.

El día del apagón pues sí me tocó correr un poco para ayudar a la gente mayor a suministrarles lo que les pudiera faltar. Algún fin de semana que se cuelan niños o adolescentes en el portal, y pueden ensuciar o romper el mobiliario, pero por suerte Ávila es una ciudad tranquila.