¿Cómo surgió que te dedicaras a esto y qué ha significado para ti el comienzo de tu negocio?

Abrí la tienda el 3 de agosto de 2015. Empecé con muchas ganas e ilusión, pero a la vez con mucho miedo. Nunca sabes cómo va a ir algo cuando te lanzas a la piscina, por decirlo así, ya que soy bastante miedosa y pensaba que quizá no iba bien, pero hay que arriesgarse. Mi intención siempre ha sido seguir los pasos de mi madre: de pequeña la observaba coser y me enseñó a hacerlo, además, me encanta todo lo relacionado con la ropa y la moda.

¿Cómo influye la temporada de verano en tu trabajo?

Es como todo, hay temporadas mejores y peores en los negocios. Aquí, el verano precisamente, me da bastante trabajo por la afluencia de eventos: bodas, festivales, viajes… Por lo que, por lo general, no noto una diferencia exagerada. Lo bueno es que con la ropa de verano es mucho más sencillo trabajar y tardo menos con los arreglos de las prendas.

¿A qué te dedicabas antes y por qué decidiste emprender?

Yo he trabajado limpiando casas, cuidando niños y personas mayores, pero siempre en unas condiciones poco favorables. Los primeros años, cuando vine de Rumanía, fueron complicados: no tenía contrato y cuando tuve la oportunidad decidí hacerme autónoma para poder cotizar legalmente y tener una pensión para cuando me jubile. Mi negocio es pequeñito y ha costado arrancar, pero siempre he intentado manejarme sola para evitarme disgustos.

¿Crees que tu trabajo está valorado?

Creo firmemente que sí. La gente valora el esfuerzo que supone dedicarle tiempo a sus prendas, prestando gran atención y cuidado a todas y cada una de las que llegan a mis manos. Cada persona y cuerpo es un mundo y todos necesitamos en algún momento ciertos arreglos, por más sencillos que sean.

¿Crees que la gente te conoce en Ávila? ¿Cómo publicitas tus servicios?

He llegado a ser conocida por mi amabilidad, por el buen trato que le doy a la gente y claramente por el trabajo en sí. Está claro que hay gente para todo, más y menos exigente, pero me encuentro con clientes que agradecen mi simpatía y respeto. La gente que vive por la zona ya me conoce y rara vez cambian de sitio cuando necesitan arreglos, tengo muchos clientes de hace años. Además, tengo una página que promociona el trabajo y donde puedes contactar conmigo. También recibo muchas reseñas en Google.

¿Por qué elegiste esta ubicación y este local? ¿Tienes pensado seguir a largo plazo aquí?

Vivo muy cerca y el centro es mi sitio favorito de la ciudad. No imaginaba mejor sitio para trabajar, además, tengo muy buena relación con el resto de los negocios de la calle, nos apoyamos mucho mutuamente. El local es el que podía permitirme, es pequeñito pero acogedor. Nunca se sabe lo que te depara el futuro, pero me gustaría quedarme y seguir aquí, atendiendo a la gente de la zona con la que ya estoy familiarizada.

¿En qué punto crees que te encuentras como empresaria?

En este momento estoy muy contenta de todo lo que he conseguido, con mucho esfuerzo y, sobre todo, dedicación. Ha habido momentos muy difíciles pero estoy en un momento estable y con el nombre hecho, espero y confío en que seguiré así: dando todo de mí a los clientes y siempre con una sonrisa.