De este modo, con una producción anual estimada de 17.474 metros cúbicos de estiércol líquido, esta granja ha reforzado su capacidad de almacenamiento mediante dos nuevas fosas que ayudarán a reducir las emisiones de amoniaco en al menos un 80%.

Además, la instalación de paneles solares sobre la nave principal permitirá cubrir hasta el 32% del consumo eléctrico anual de la explotación, lo que contribuirá a reducir la dependencia de fuentes fósiles de la actividad ganadera.

Junto a ello, la incorporación de dos tanques de hidrólisis estancos para el tratamiento de cadáveres de lechones complementa el sistema de incineración ya existente en la explotación para madres y verracos.