Las diferentes actividades educativas y sociales se realizan entre el 19 de julio y el 2 de agosto en Guayabo, una zona del norte de Lima, la capital. Se organizan en grupos de edad en los que los pequeños reciben apoyo y refuerzo académico y los más mayores disfrutarán de talleres de manualidad y mayor atención y acompañamiento, así como atender sus necesidades en las propias casas con sus familias.

La ayuda está poniendo, también, el foco en las posibles imperfecciones de aquellas infraestructuras que han sido dañadas por los terremotos mediante su reconstrucción y arreglos, limpiando y pintando sobre todo las viviendas y colegios de la zona. En definitiva, buscan mejorar la calidad de vida y cuentan con la colaboración del grupo Apoyo Misionero (GAM) de Perú, que trabaja en un ámbito de gran profesionalidad con ingenieros y estudiantes con el proyecto de ayuda internacional y que ya ha colaborado con la UCAV. El grupo está integrado por estudiantes de distintas disciplinas, entre ellas carreras del área de la salud, así como por ingenieros que contribuyen con sus conocimientos técnicos al desarrollo de los proyectos.

Una de las claves de la iniciativa es la asistencia médica: una campaña que cuenta con una titulación universitaria en el ámbito de la salud con el que obtienen diagnósticos y tratamientos. Una vez concluido el proyecto durante los días establecidos, se dedicarán varios días a la reflexión sobre las vivencias y conclusiones obtenidas sobre ellas.

Un trabajo cuya intención es mejorar e incidir en lo necesario para seguir ayudando internacionalmente, así como lleva haciendo la UCAV anualmente desde 2012 en diversos países como Camerún, México y Chile.