En ambos espacios se han sustituido antiguos juegos por estructuras nuevas fabricadas en aluminio, material que ofrece una mayor durabilidad y un menor mantenimiento que los antiguos de madera, incrementando además la seguridad para los usuarios.

En el parque de la Iglesia Vieja se ha sustituido el castillo antiguo por uno nuevo, un conjunto modular compuesto por torre con tejado, torre sin tejado, puente en arco, red de trepa, tobogán, escalera y rampa. Por su parte, en el parque de la plaza del Altozano se ha cambiado el antiguo castillo por uno nuevo compuesto por torre con tejado, escalera, rampa y dos toboganes. También en el Altozano se han sustituido otros juegos, instalando un nuevo columpio y un balancín. 

Además, en ambos parques se han repuesto con caucho las zonas dañadas del suelo de seguridad y se han revisado y reparado el resto de juegos. 

Estas renovaciones y arreglos, que se realizan con el objetivo de mantener en buen estado parques que cuentan con gran afluencia, se unen a la completa renovación que se realizó hace dos años y medio del parque del Mancho, convirtiéndolo además en parque inclusivo.