Un festival que “supone también una reivindicación activa para seguir impulsando la restauración de nuevos instrumentos”, según el coordinador del evento, Francisco Javier López, por lo que no es solo música, “también es patrimonio,  identidad y vida para nuestros pueblos”. 

El evento contará con la participación de artistas internacionales de países como Italia, Portugal, Bélgica, Polonia y México, además de destacados intérpretes nacionales. La programación de este año es especialmente versátil, presentando al órgano tanto como solista como en combinación con arpa, conjuntos de viento metal, soprano, barítono e incluso castañuelas: “Un maridaje sonoro que abre nuevas posibilidades y acerca el órgano a públicos diversos”, según ha explicado. 

Los escenarios elegidos son “espacios únicos y con alma”, tal como ha definido Francisco Javier López. La Casa Natal de Isabel la Católica, en Madrigal de las Altas Torres; “las imponentes iglesias morañegas” como la de San Cipriano en Fontiveros, la Iglesia de Fuentes de Año o las iglesias parroquiales de Santo Domingo de Silos en Arévalo y la de San Esteban Protomártir en Orbita.  

En el Valle del Corneja, las iglesias parroquiales de Piedrahíta y El Barco de Ávila,  y en el Valle del Tiétar,  la Iglesia Parroquial de Arenas de San Pedro, que con cuatro conciertos “adquiere en este ciclo  una relevancia muy especial”, tal como ha detallado el miembro de Organaria.  

Ana Velázquez, presidenta de la Asociación Cultural San Juan de la Cruz de Fontiveros, ha reivindicado la importancia de este ciclo para la provincia y sus habitantes: "En las ciudades sí hay mucha oportunidad de cosas culturales, pero en los pueblos pequeños no. Y la gente de los pueblos pequeños también tenemos todo el derecho del mundo de disfrutar de todas esas cosas”.