El oro es uno de los activos más valorados y seguros del mercado, especialmente en contextos de incertidumbre económica. Su capacidad para mantener el poder adquisitivo a lo largo del tiempo lo ha consolidado como refugio clásico frente a la inflación, la volatilidad bursátil y las tensiones geopolíticas. A diferencia de otras materias primas, este material no solo tiene un uso industrial o decorativo, sino que también posee un fuerte componente financiero y simbólico. Además, su valor fluctúa en función de factores globales como el tipo de cambio, las tasas de interés y la demanda. Los expertos explican cómo rentabilizarlo y responden a qué es mejor: empeñarlo o venderlo.

Empeñar oro es una alternativa interesante frente a su venta directa, especialmente para quienes necesitan liquidez inmediata pero no desean desprenderse definitivamente de sus objetos de valor. A diferencia de la venta, el empeño permite obtener un préstamo utilizando el oro como garantía, con la posibilidad de recuperarlo posteriormente si se devuelve la cantidad prestada junto con los intereses acordados. Este proceso es común en casas de empeño y otras entidades especializadas, como los montes de piedad —que ofrecen condiciones muy flexibles—, donde se valora la pureza y el peso de las piezas para determinar el importe a conceder. Al tratarse de una operación temporal, el cliente conserva la titularidad del bien, siempre que cumpla con las condiciones del contrato. Asimismo, el trámite suele ser ágil, lo que lo convierte en una opción accesible ante necesidades económicas puntuales.

Los expertos indican que en un contexto donde el precio del oro se encuentra al alza, como ocurre en la actualidad, empeñar las joyas en lugar de venderlas es una solución para poder beneficiarse de sus revalorizaciones en el momento de empeñar, pero también una vez que la pieza haya sido recuperada. El oro es un activo tangible y universalmente reconocido que mantiene su valor de forma estable.

¿Cómo se empeña oro en un monte de piedad?

El empeño se presenta como una herramienta útil en varias circunstancias, por ejemplo, cuando se requiere rapidez y discreción en el acceso al dinero. Para ello es posible acceder a determinados espacios donde empeñar las joyas, como los montes de piedad, que según explican los expertos, son uno de los puntos más recomendados por sus requisitos y condiciones favorables. Un monte de piedad, como es el caso de Credimonte.es, tiene como misión ofrecer un servicio de inclusión financiera a amplias capas de la sociedad que no pueden acceder a la financiación tradicional. El monte de piedad de Fundación Bancaja, CrediMonte, mantiene el carácter social con el que fue fundado hace más de un siglo, destinando los beneficios que genera a financiar la labor social y cultural de la fundación.

El proceso para empeñar una o varias piezas de oro en un monte de piedad es muy sencillo. En primer lugar, la persona interesada debe acudir a una de las oficinas físicas para que la joya sea tasada en base al tipo de oro y su valor en la actualidad. En CrediMonte la tasación se lleva a cabo en el momento y frente al cliente, con material homologado. A continuación, se ofrecen las condiciones para formalizar el contrato, el cual carece de gastos de apertura y tiene un interés que varía entre el 6,5% y el 8,5% fijo anual, dependiendo del importe prestado. Otra de las características destacadas de los montes de piedad es que las joyas pueden ser recuperadas en cualquier momento, sin que ello implique una penalización para el propietario. Si el cliente acepta las condiciones, entonces las joyas pasan a estar custodiadas por la entidad, con las máximas medidas de seguridad y garantía.

CrediMonte, por otro lado, ofrece la posibilidad de renovar sin límites. Estas renovaciones son tratadas como nuevas operaciones, con una nueva valoración de las joyas y constituyendo un nuevo préstamo que puede ser igual, inferior o superior a la operación anterior, en función de la oscilación del precio del oro. Para cancelar el primer préstamo, el cliente debe abonar las comisiones de tasación y custodia y los intereses sobre el dinero prestado.

Créditos sin nómina y sin aval para obtener financiación inmediata

En el mercado existen varias formas de obtener financiación, como los créditos rápidos (o microcréditos online), los préstamos personales con entidades financieras, los créditos con aval, las líneas de crédito para autónomos o las tarjetas de crédito. Ahora bien, no todas ellas ofrecen las mismas condiciones ni requisitos, excluyendo a una gran cantidad de personas; además de exigir elevados intereses, en muchos casos e incluso un aval. Este último es un compromiso mediante el cual una persona o entidad garantiza el cumplimiento de una obligación financiera de otra, normalmente relacionada con un préstamo. En caso de que el deudor principal no pueda pagar, el avalista asume la responsabilidad del pago total o parcial de la deuda. Se trata, por lo tanto, de un respaldo que otorga mayor seguridad al prestamista al reducir el riesgo de impago, sin embargo, no todas las personas pueden disponer de un aval o están interesadas en ello. En este sentido, tal y como explican desde el portal especializado en comparativas mejores10.top, el empeño de joyas es la mejor solución.

Se trata de una opción que no requiere de avales ni comprobaciones financieras, es decir, no se tiene en cuenta el historial crediticio de la persona interesada, incluso aunque este sea negativo. Es, por lo tanto, la opción más segura cuando se tiene una necesidad puntual de dinero, puesto que evita las condiciones abusivas de otros servicios de financiación personal rápida, señalan.