Según el PP, ambos sucesos han sido denunciados ante la Guardia Civil, que mantiene abierta una investigación para identificar a los responsables.

El primer ataque se produjo el pasado 14 de junio, cuando desconocidos rociaron con líquido inflamable y prendieron fuego a un contador eléctrico en la vivienda propiedad de la madre de un edil. Afortunadamente, el dispositivo no estaba operativo, lo que evitó daños mayores.

El segundo episodio tuvo lugar en la madrugada del 11 de julio. En esta ocasión, los atacantes trataron de incendiar la casa de campo de la familia del concejal, vertiendo combustible en la parte trasera de la edificación. Los agentes recogieron pruebas que podrían ayudar a esclarecer los hechos, según el PP.

Desde el Partido Popular se ha hecho un llamamiento a la serenidad y a la reflexión social, porque “estos comportamientos violentos muchas veces son la consecuencia de actitudes previas, con opiniones injuriosas y señalamientos que se observan en ciertos sectores sociales que desprecian al adversario político por el mero hecho de dedicarse al servicio público bajo unas siglas determinadas”.

Estos hechos se suman a dos casos ocurridos en las últimas semanas: pintadas amenazantes contra un simpatizante socialista en Muñogalindo a mediados de junio y contra una concejala del PSOE en su vivienda de Candeleda a primeros de mes.