Los hechos se remontan al 8 de febrero de 2022, cuando el acusado, sin antecedentes penales, fue interceptado por agentes de la Guardia Civil a las 17,45 horas cuando circulaba con un turismo por la autopista AP-6, a la altura del kilómetro 100. Durante el control preventivo, los agentes hallaron un envoltorio escondido en el arcón situado bajo el asiento del conductor.

Según la acusación, la sustancia incautada resultó ser cocaína con una pureza media del 44,81% y un peso neto de 49,84 gramos. El valor en el mercado de la droga intervenida asciende a 2.639,71 euros. El Ministerio Fiscal sostiene que el acusado poseía dicha sustancia con la finalidad de destinarla al tráfico.

La Fiscalía reconoce la concurrencia de la atenuante de adicción a sustancias tóxicas, ya que el detenido presentaba en el momento de los hechos “un consumo reiterado de cocaína, metilendioximetanfetamina (MDMA) y cannabis”, según se detalla en el informe.

La defensa niega los hechos
Por su parte, la defensa ha mostrado su total disconformidad con la calíficación jurídica formulada por el fiscal, puesto que sostiene que “los hechos narrados no son constitutivos de delito alguno”. Subsidiariamente, en caso de que el juzgado estime que existió participación del acusado y responsabilidad criminal, la defensa solicita que se aprecie “la escasa entidad del hecho conforme a lo dispuesto en el artículo 368 párrafo segundo del Código Penal”.

Asimismo, se plantea con carácter subsidiario la aplicación de la eximente completa del artículo 20.2 del Código Penal o, en su defecto, la atenuante muy cualificada por adicción a sustancias tóxicas recogida en el artículo 21.2 del mismo texto legal.