La iniciativa, impulsada por el grupo local de la organización, tuvo lugar a última hora de la tarde del viernes en el Paseo del Rastro, donde se ha representado una escena con una estatua de la libertad amordazada y encadenada para denunciar lo que califican como una "emergencia de derechos humanos" durante el segundo mandato de Donald Trump.

"Está gobernando con crueldad y sembrando el caos, y provocando una emergencia de derechos humanos al debilitar las salvaguardas de derechos humanos, fomentar un clima de miedo y división y socavar el estado de derecho", han dicho en un manifiesto. La acción se enmarca dentro de la campaña global de la organización para visibilizar las vulneraciones de derechos que, según sus denuncias, se estarían intensificando en Estados Unidos bajo la actual administración.

En el acto se ha invitado a interactuar con la imagen de la estatua. Los asistentes han podido quitarle la mordaza, romper las cadenas y hacerse una foto liberando la libertad como forma simbólica de apoyo a los derechos fundamentales. La organización ha animado a compartir estas imágenes en redes sociales utilizando el hashtag #MakeAmericaKindAgain.

Ataques

Durante el evento, se ha alertado sobre un "ataque sin cuartel contra el multilateralismo, el asilo, la justicia racial y de género, la salud global y la acción climática necesaria para salvar vidas". Amnistía Internacional advierte de que estas políticas "ponen en peligro los derechos humanos y podrían acelerar tales prácticas a nivel mundial".

Entre las críticas lanzadas en el texto, se señalan acciones del gobierno de Trump como "castigar y silenciar la disidencia, retener fondos para la educación superior, limitar el acceso de periodistas a la Casa Blanca y amenazar con deportaciones a estudiantes que ejercen su derecho a la libertad de expresión".

La organización internacional exige al presidente Trump que "cese las políticas que discriminen a personas por su origen, raza o religión y proteja a las comunidades vulnerables", así como que garantice el derecho al asilo, los derechos LGTBI, la libertad de expresión, los derechos de las mujeres y los pueblos indígenas. También reclama "el fin de la pena de muerte" y la adopción de "medidas urgentes para proteger el medio ambiente y combatir el cambio climático”. “Donald Trump ha vuelto y está poniendo a prueba nuestra capacidad de horror y asombro", ha sentenciado el manifiesto.