La iniciativa, impulsada por la Mancomunidad Sierra de Ávila-Este con el respaldo de la Diputación, ha tenido como escenario el campo de fútbol del municipio anfitrión, donde se han sucedido numerosas actividades, esperaban reunir a entre 800 y 1.000 personas.

Durante la jornada se han desarrollado talleres artesanales como la elaboración de gorras de paja de centeno o el encaje de bolillos, pasacalles, muestras de bailes tradicionales, exhibiciones de campanas, espacios lúdicos para el público infantil, y una exposición fotográfica dedicada al paisaje de la Sierra de Ávila. Además, se ha ofrecido una ponencia divulgativa centrada en el “paisaje y paisanaje” de la comarca desde la prehistoria hasta la actualidad, poniendo en valor la evolución y el arraigo cultural del territorio.

Uno de los elementos más simbólicos de la jornada ha sido el cartel diseñado para conmemorar esta primera edición, en el que han quedado representadas las encinas, los piornos y las piedras, elementos definitorios del paisaje de la sierra y símbolo de su identidad natural.

Desde la organización se ha insistido en que la fiesta nace con vocación de permanencia y con el objetivo de convertirse en un espacio de encuentro entre pueblos, así como en una herramienta para vertebrar el territorio a través de la cultura, la cooperación institucional y la participación ciudadana.