La tradicional hoguera, prevista para las 21 horas, ha comenzado con algo de retraso. No ha sido fácil encenderla y se han necesitarso varios intentos hasta que, finalmente, las llamas han comenzado a elevarse.
 

Como manda la costumbre, muchos han aprovechado para "quemar lo malo", desde apuntes de los estudios hasta simbólicos deseos escritos en papel, mientras los más valientes se han atrevido a saltar la hoguera.

Poco después, la lluvia ha hecho acto de presencia. Sin embargo, eso no ha frenado a los más jóvenes de la Hermandad de la Esperanza, que han salido entre los charcos para encender las tradicionales “luminarias” con bengalas, mientras el resto de los asistentes se ha resguardado bajo los soportales de la Plaza del Chico.

La noche ha culminado con los cánticos de la hermandad, que han acompañado a la iglesia de fuegos artificiales, poniendo el broche final a una de las citas más esperadas del inicio del verano.