Desde su puesta en marcha a finales del mes de mayo, el sistema Da Vinci ha sido utilizado con éxito en procedimientos de cirugía general (seis intervenciones), ginecología (cinco), urología (cuatro) y otorrinolaringología (cuatro). Entre las operaciones realizadas destacan histerectomías, prostatectomías, colecistectomías y cirugías oncológicas en cavidad orofaríngea, todas ellas culminadas sin incidencias reseñables.

El balance inicial confirma no solo la eficacia del sistema, sino también la rápida adaptación de los profesionales del hospital abulense a esta tecnología de vanguardia. “La cirugía robótica ha demostrado su alto potencial para mejorar la precisión quirúrgica, acelerar la recuperación del paciente y aumentar la eficiencia del proceso operatorio”, destacan desde la Gerencia de Asistencia Sanitaria.

El robot quirúrgico Da Vinci, instalado en abril, funciona mediante una consola desde la que el cirujano controla con exactitud los movimientos de los brazos robóticos. Esta tecnología elimina el temblor fisiológico del operador y permite acceder a zonas anatómicas complejas con una visualización óptima de los tejidos. Entre sus ventajas clínicas figuran una menor pérdida de sangre, incisiones más pequeñas, menos dolor postoperatorio y una recuperación más rápida.