Una obra de muy difícil ejecución aunque magníficamente resuelta por el elenco del grupo de Acehuchal (Badajoz), que retrata los últimos días del emperador Calígula, ya inmerso en un mundo de miseria moral, extravagancia y violencia que enfangó sus cuatro años de gobierno, comenzados, sin embargo, bajo los mejores auspicios, con grandes mejoras para el pueblo romano. Desde muy pequeño acompañó a su padre Germánico, gran general, sobrino e hijo adoptivo del emperador Tiberio, en sus campañas guerreras, siendo muy querido por los soldados, que le llamaban ‘Calígula’ (botitas) por sus sandalias, que formaban parte del pequeño uniforme hecho a su medida, que llevaba de pequeñito. Con el tiempo y siendo ya emperador, odiaba que le llamaran así, prefiriendo su nombre: Cayo Julio Cesar Germánico. 

La locura y el comportamiento depravado del que hizo gala en sus días de gobernante, precipitaron su caída. Se había enemistado con el Senado de Roma, al cual denigraba constantemente y uno de sus miembros, el prefecto Querea, fue instigador de su asesinato, molesto como estaba por las constantes afrentas que Calígula le infringía. 

Berto García ha sido el actor que se mete en la piel del loco y cruel Calígula, en un ejercicio artístico de primer nivel, dando vida al hombre que domina el mundo entonces conocido, un dictador que está por encima del bien y del mal, un dios, como él mismo se proclamó en vida, que no dudaba a la hora de ejercer el inmenso poder que ostentaba sobre el orbe romano. Sus extravagancias y vicios lo llevaron a tener relaciones incestuosas con sus hermanas, ganándose así el odio de Agripina,  que participará en su asesinato, personaje muy bien interpretado por María R. Velasco,  a la que da la réplica Blanca Barrantes encarnando a Cesonia, la esposa del emperador, que ha realizado un gran papel en éste de la mujer que lo ama, pero que acaba siendo aniquilada por él, que destruye todo lo que toca y que solo muestra un poco del ser humano que un día fue, en sus visiones de la fallecida Drusila, su otra hermana y “esposa” ya fallecida, una dulce Drusila de la que hace una estupenda interpretación la actriz  Mara Amo, como también lo hacen en sus respectivos papeles de Nevia y Marcia, Nuria de la Cruz, y de Fulvia, Isa Pérez. 

Finalmente llegará la “caduta”, la verdadera caída del temido Calígula cuando sea asesinado por su prefecto Querea, del que hace un logrado retrato el actor Julián Talego, metiéndose en el personaje de un senador que es objeto de las burlas del propio emperador, que no dejará de echarle a él en cara todos los defectos de la casta senatorial, con la que mantuvo siempre una relación de odio, castigando duramente a sus miembros de muy distintas maneras. 

Esta interesante visión de la vida de Calígula ha sido escrita por Antonio Rodríguez Gordón que a su vez ha dirigido la puesta en escena del grupo Acebuche Teatro, viejo conocido del Certamen Lagasca en el que ha participado en otras tres ediciones, alzándose con varios premios, cosa que confían en que vuelva a suceder en esta ocasión, a falta de una semana para despejar la incógnita, ya que el próximo sábado tendrá lugar la gran gala de entrega de premios del certamen. 

 El grupo Bambalinas Teatro, de Valladolid, el más veterano de los grupos de la ONCE, se encargará de poner el broche de oro al XVIII Certamen Lagasca con su espectáculo de teatro inclusivo, que llevará a las tablas la obra Federico García Lorca ‘La casa de Bernarda Alba’.