Esta laguna está clasificada como aguas privadas sin plan de pesca aprobado, lo que implica la prohibición total de cualquier actividad pesquera.

Los hechos se produjeron el 27 de mayo cuando, alrededor de las 17 horas, un guarda de la Reserva de Caza de Cáceres alertó a la Guardia Civil sobre la presencia de dos personas que pescaban en la laguna utilizando cebo y muerte, técnicas expresamente prohibidas en este entorno. La Patrulla de Protección de la Naturaleza (Paprona) de Piedrahita acudió al lugar y observó a los sospechosos empleando varias cañas de pescar y ocultando truchas de gran tamaño.

Finalizada su actividad, los investigados se dirigieron hacia un pinar cercano donde tenían estacionado su vehículo. Agentes de la Guardia Civil los interceptaron a las 22,30 horas en el camino del paraje Los Cerraillos, punto habitual de salida del enclave natural. En un primer momento, los hombres aseguraron que venían de hacer senderismo, pero tras el registro de su vehículo y mochilas, los agentes localizaron varias cañas de pescar.  Finalmente, ambos reconocieron haber pescado en la laguna y entregaron seis truchas comunes (Salmo trutta) que habían ocultado en bolsas, con un peso de 5,750 kilogramos.

Los agentes levantaron acta de retirada de efectos, incautó cuatro cañas de diversas marcas y 19 anzuelos con arponcillo, e imputó a los individuos un delito penal por pesca furtiva. Las truchas fueron entregadas a la residencia de mayores Estanque Dorado, de Piedrahita, mientras que el material intervenido quedó a disposición judicial en las dependencias de la Junta de Castilla y León.

En el marco de la misma actuación, se formularon tres denuncias adicionales contra otras tres personas por pescar sin autorización en la misma laguna.

Desde la Guardia Civil se apunta que ambas personas actuaron con la intención de pescar trucha común (Salmo trutta), una especie declarada de interés preferente en la Ley 9/2013, de 3 de diciembre, de Pesca de Castilla y León, por su valor ecológico y deportivo.