“El crecimiento de la base social y la mejora del resultado económico son señales claras de que el modelo cooperativo funciona cuando hay compromiso, gestión eficiente y cercanía con el socio”, por lo que Alta Moraña “sigue siendo una herramienta útil para el desarrollo rural”, según su presidente, José Antonio Hernández.

En 2024, la cooperativa superó las 80.500 toneladas de producción de piensos, manteniendo cifras similares al ejercicio anterior. Sectores como el vacuno de leche y las aves de puesta registraron crecimientos notables, al igual que la comercialización de abonos y materias primas, lo que refleja una operativa eficaz y controlada.

El ejercicio se cerró con un beneficio de más de 647.000 euros, lo que supone un incremento del 21% respecto a 2023. La facturación total alcanzó los 37,3 millones de euros, y los fondos propios se vieron incrementados en más de 700.000 euros, todo ello en un contexto marcado por la bajada generalizada de precios de venta debido al descenso en los costes de materias primas.

El gerente de la entidad, César Raliegos, ha subrayado que “los resultados reflejan una gestión sólida y adaptada al entorno, con un modelo que responde a las necesidades de nuestros socios”.

La asamblea sirvió también para avanzar en líneas estratégicas clave como la formación, el relevo generacional y la modernización tecnológica de los procesos, reafirmando el compromiso de Alta Moraña con el futuro del campo en Ávila.

Más de 250 socios participaron en el encuentro, que contó con la presencia de Rubén Serrano, director general de Producción Agrícola y Ganadera de la Junta; Jesús Martín, vicepresidente primero de la Diputación de Ávila; y Teodoro Sánchez, jefe del Servicio de Agricultura de la Junta en Ávila. También acudieron Santiago Sánchez González, alcalde de San Pedro del Arroyo, y Jerónimo Lozano González, director de Urcacyl.