Bajo el comisariado de Miguel Ángel Martínez Massa, la exposición presenta obras de fotografía, pintura y grabado que invitan a reflexionar sobre la unidad esencial de las culturas y la fuerza universal de la creatividad.

La muestra reúne las fotografías de Andrea Yoko, Rafael Plaza Aragonés y Shin Yamazawa; las pinturas de Miguel Ángel Martínez Massa y Haruhito Ota; y los grabados de Fumiko Nakajima. Todos ellos aportan una visión particular de la fusión cultural, explorando paisajes, escenas cotidianas y temas taurinos que permiten al visitante adentrarse en la riqueza de la mirada artística desde ambos extremos del mundo.

Miguel Ángel Martínez Massa, también artista participante, explicó durante la inauguración que es la quinta que celebra y subrayó la importancia de comprender el arte como un lenguaje universal que trasciende fronteras porque “no hay líneas que nos separen en ningún lugar”. Y ha ahondado en la diferencia de enfoques culturales entre Oriente y Occidente respecto al arte: “en Japón, la caligrafía es una actitud y el camino de que estás haciendo algo y en Occidente el concepto de arte es más delimitado”.

Actitud vital

Esta filosofía de la creación artística como actitud vital recorre las obras expuestas en la sala del Torreón de los Guzmanes, donde destaca la mirada poética de Fumiko Nakajima, que ha viajado expresamente desde Japón para participar en la muestra y ofrecer una línea abstracta, mientras que Haruhito Ota, que ya falleció y vivía en Madrid, tuvo una carrera profesional muy importante de hiperrealismo”.

La exposición también acoge el trabajo de Andrea Yoko, quien documenta con su cámara un viaje desde Pekín a Moscú en el mítico tren Transiberiano. Completan la muestra las fotografías de Rafael Plaza Aragonés, que retrata con precisión realista paisajes y rincones de Ávila, y las de Shin Yamazawa, con una serie centrada en la tauromaquia y otras líneas como el flamenco o la publicidad.

El propio Martínez Massa, que participa con una selección de sus pinturas, realizadas con técnica acrílica y marcadas por la imaginación y la introspección, ha hecho hincapié en el carácter abierto y participativo de la exposición, que considera una celebración de la creatividad como puente entre culturas para “fluir, percibir y sentir” porque “no podemos limitarnos a la foto, la escultura o la pintura”.