La pieza, interpretada en directo por la Orquesta Filarmónica de Viena dirigida por Petr Popelka desde el Museo de Artes Aplicadas de la capital austriaca, ha sido transmitida hacia el cosmos utilizando desde las instalaciones de Cebreros, cuya antena cuenta con un plato de 35 metros de diámetro y una estructura que alcanza las 620 toneladas.

La iniciativa, bautizada como ‘Waltz into Space’ (Vals al espacio), ha coincidido con la celebración de varios aniversarios: los 200 años del nacimiento de Johann Strauss, el 50º aniversario de la fundación de la ESA y los 20 años de la propia estación de Cebreros.

Este singular homenaje ha sido posible gracias a la tecnología de la antena abulense, cuyas señales de radio se utilizan para comunicarse con misiones europeas que exploran el sistema solar, y que en la noche del sábado viajaron a la velocidad de la luz hacia la inmensidad del espacio.

La interpretación de ‘El Danubio Azul’ ha tenido, además, un simbolismo, ya que ha servido para solventar lo que muchos expertos han calificado como un “error cósmico”. La célebre obra de Strauss, convertida en el “himno del espacio” desde que Stanley Kubrick la inmortalizara en la película ‘2001: Una odisea en el espacio’, no fue incluida en el “disco de oro” que acompaña a la Voyager 1 desde su lanzamiento en 1977.

Antena única en Europa

La estación de Cebreros es la primera y única antena de espacio profundo que la ESA tiene en Europa, y forma parte de una red internacional que incluye las estaciones de Nueva Norcia (Australia) y Marlagüe (Argentina). Estas antenas permiten monitorizar y comandar desde la Tierra algunas de las misiones más lejanas y ambiciosas de la humanidad.

De este modo, la estación ha servido de puente musical entre la Tierra y el universo, donde su trabajo diario sirve para controlar misiones como Juice, BepiColombo y Hera de la ESA, además de apoyar proyectos emblemáticos de la NASA, como Rosetta, Mars Express y el explorador Perseverance, que desde 2020 recorre la superficie marciana. Según los datos facilitados por la ESA, la estación de Ávila garantiza cada mes unas 500 horas de conexión ininterrumpida con las naves espaciales.

La iniciativa se ha completado con el lanzamiento de una página web (https://space.vienna.info) que permite a cualquier persona apadrinar las 13.743 notas de la pieza musical y conocer la tonalidad e instrumento correspondientes a cada una de ellas. 

El concierto de Viena se pudo seguir en la propia estación de Cebreros, en el Planetario de Madrid y el Bryant Park de Nueva York, además de ofrecerse en directo en internet.